martes, 27 de abril de 2010

LA CITA DE ANA

"Sí, he quedado con él a las ocho, por segunda vez. Estoy atacada de los nervios."Eso fuen lo último que escuché de ella. Se iba a poner el vestido blanco con accesorios rojos. Recuerdo quec también me dijo que se recogería el pelo en una cola alta. A las diez, el me llamó, a ella no la localizaba y no había aparecido en toda la noche. Eso es todo lo que sé, eso, y que la encontraron muerta. Se lo ruego, señor comisario, encúentran a ese mal nacido.
DESESPERACIÓN.

Siete años, siete largos años hacía ya que me habían encerrado, siete largos años desde la última vez que veía el mar, el sol. Siete malditos años hacía ya que no corría. Siete años llevaba ya encerrada aquí, aguantando sin hablar con nadie, sin mover el cuerpo, atada y dentro de estas mismas cuatro paredes, escuchando solamente las mismas palabras a diario, de mi verdugo. "¡Guarra! ¿te gusta el pan? porque eso es lo que toca para comer" Siete años, manteniedo la esperanza, pero, se había acabado, ahora, me dormiría, entoné la únicacanción que recordaba, grité que no podía más, y me clavé, esa punta de cobre afilada y oxidada el las venas, me dormí, y mientras soñaba, mi cuerpo se apagó para siempe.
LAS MEDIAS DE LUNARES.

Siempre quedarán en mi mente esas medias de lunares. Esas que hicieron del primer atraco que sufrí algo cómico e insólito.serían las once de la mañana y como siempre el banco estaba lleno de gente, todos atendíamos como locos a los impacientes. En ese momento aparecieron dos atracadoras, dos mujeres con una medias de lunares multicolor en la cabeza.Pidieron por favor cinco millones de euros con una pistola que por un momento me pareció de juguete. Les dí el dinero en un maletín, cuando lo cogieron se les calló, demostrando de nuevo su poca experiencia. Salieron por fin, y al final de la media, rebotaba sobre su espalda el brillo rojo de un lunar.

viernes, 23 de abril de 2010

Hoy es un día verdaderamente especial, es el día del libro, en el que invito a leer libros como:
La mano de Fátima - Ildefonso Falcones.
La sombra vencida - Daniel Heredia.
además de cualquier libro de Jane Austen o Carlos Ruiz Zafón y por su puesto poemas de Rafael Alberti, Federico Garcia-Lorca y Miguel Hernandez.

Además de ser el día del libro, es el cumpleaños de una gran cantante, y quiero desde aquí felicitarla. y más que felicitarla agradecerle todo.

Pasión, Gracias a la vida, por esa voz que te ha dado porque la lirio es aún más triste cuando sale de tu boca, porque los ojos son mas verdes si salen de tu garganta, por beberte las calles con esa forma de cantar, por llegar al corazón de todos y cada uno de nosotros, por colgarnos del cielo y ademas...
Pasión, gracias a la vida, por tener ese corazón que llega hasta la coronilla de tu sombra y por hacernos tan feliz, a los que tanto te admiramos.
Felicidades, y que cumplas muchas canciones más. A una gran estrella de alguien que sueña con llegarle a la suela de los zapatos.
Felicidades Ana María Alias, Pasión Vega.

Con Cariño Ceci.

jueves, 22 de abril de 2010

Esta historia, se me ocurrió ayer, mirando la torre Tavira, quizás porque habla de mi ciudad, o porqué se acerca el 2012 pensé que sería buena para empezar.

Germán bajó las escaleras corriendo, un viento que lo acompañaba removía su pelo rubio y emarañado. Corrió, solo tenía unos minutos, al llegar a la palya de la Caleta se quedó sentado viendo el paisaje de ese mar, que a pesar de crecer junto a el, le era cada día, más misterioso. Cerró los ojos y los mantuvo prietos oliendo y escuchando. ¡Qué bien olía! que bien olía su mar, y que bien sonaba también esa calma violenta de las olas discutiendo a palos con las rocas de la bahía. Le encantaba, a pesar, de que tanto el olor, como el sonido, y este en especial, fueran estropeado por las bombas que los franceses tiraban a diario y que para la mayoría de los gaditanos, eran símples estruendos. Pocos sabían verdaderamente lo que era ver sus casas derruidas. German se quedó dirmido, acurrucado sobre la arena dorada y húmeda. Al poco se despertó, sudando y miedoso, tras sufrir una pesadilla en la que una bomba destruía su casa, su calle y su barrio entero, sin dejar siquiera, un solo superviviente. La mayoría de los gaditanos no temían las bombas, pero el, que desde el 6 de mayo de 1809, tres meses exactos, vigilaba a los gabachos para avisar cuando iban a caer las bombas desde la torre de la iglesia de San Francisco. El si. El tenía mucho miedo, de ver, que día a día, se acercaban más.








Antes de mostrar, lo que escribo, hablaré un poco de mi. Soy una persona soñadora y optimista, nerviosa, a veces demasiado y me encanta la literatura, puede qur lo lleve en la sangre, pero no estoy muy segura quiero enseñar un poco de lo que escribo, espero que os guste, y os pido que seáis sinceros.

Con mucho cariño y agradecimiento
Ceci.
Pd. Recordad que leyendo no se pierde tiempo, porque se aprende y parece que has vivido mucho más.