miércoles, 21 de diciembre de 2011

Una carta para ti.

Hola.

Hoy me he acordado especialmente de ti, no me malinterpretes, no es que no me acuerde de ti, te tengo siempre conmigo, se que eres tu ese soplo de fuerza cuando me quiero rendir; pero hoy, me he acordado especialmente de ti porque estoy logrando cosas que se que te gustaba que hiciera, estoy segura de que te siguen gustando. También estas fechas hacen recordar a las personas que quieres, a esas a las que no les puedes dar un abrazo, pero que sin que tu lo sientas están siempre abrazándote. Como tú. En el instituto hemos hecho otra vez la recogida y hemos conseguido 520 kilogramos. El año pasado logramos mucho más, pero muchos de los que lo lograron este año no están en el instituto y los otros están demasiado ocupados con los exámenes. Aún así está bastante bien, yo esperaba menos. La gran parte del mérito la tienen mi hermano y sus amigos, solo su clase ha conseguido 222 kilogramos. Este año la mayor parte del mérito es de los más pequeños, hay gente increíble en primero y segundo, han conseguido mucho y eso me consuela, porque se que el año que viene, que yo ya no podré seguir, habrá alguien que exigirá que se haga, que se moverá. Al menos eso espero. La gente de la asociación viene mañana a recogerlo todo, ayer hablaron conmigo y ya me preguntaron cuanto me quedaba para pasar a la universidad. Dijeron que esperan que cuando yo me vaya eso siga adelante. Me sentí súper halagada, porque aunque yo esté ahí, el mérito no es mío, si no de todos los que traen kilos y kilos de alimentos.

Hoy me he acordado de ti, porque sé que te gustaba que hiciera estas cosas, siempre me lo decías. Sigue cantando, sigue riéndote, sigue con esa fuerza haciendo lo que haces, siendo como eres, viviendo como vives. En días como estos últimos te he echado más aún de menos, si es que se puede, porque se que te gustaba que yo te lo contara, o que te lo cantará, aún así, no creas que estoy triste, se que estás conmigo cada día y tu sabes que esto en parte lo hago por ti, porque se que te gustaría verme hacerlo.

domingo, 18 de diciembre de 2011

32 razones por las que dedicarte esta entrada.

1Porque siempre estás ahí.
2Porque haces que pise bien el suelo, para que con esa manía mía de estar siempre en las nubes, no me caiga de boca.
3Por sensata
4Porque me has regalado lo más grande de mi mundo.
5Por serena.
6 por estar siempre en el sitio correcto en el momento adecuado.
7Porque ser el apoyo.
8 Por creer en mis mayores locuras cuando yo quiero soñarlas.
9Por escuchar
10Por mi niña que es el orgullo de su madrina
11Por mi niño que ha dejado al sol en la cola del inem con una sonrisa.
12Por quererme y darme una oportunidad cuando no me conocías.
13 Por cabezota y por cansina.
14 Por previsora.
16 Por inteligente.
17 Por luchadora.
18 Por ingeniosa.
19 Por ser un ejemplo.
20 Por cada minuto
21 Por cada consejo
22 Por cada aprendizaje.
23 Por cada tarde.
24 Por cada vez que me has puesto nerviosa y he querido tirarte de los pelos pero he encontrado motivos para no hacerlo
25 Por todas las cosas en las que nos diferenciamos
26 Por todas aquellas en las que nos parecemos.
27 Porque querías tu rincón aquí.
28 Porque seas muy feliz
29 Porque cumplas muchos más
30 Porque tengas mucha suerte
31 Porque no cambies nunca.
32.... Y porque te quiero

martes, 29 de noviembre de 2011

Abrazos que no sabes como pedir.

No somos máquinas y por eso nos equivocamos y también tenemos días tontos en los que se nos pone pachucha la sonrisa y sin saber porqué no tenemos ganas de sonreír. No somos máquinas y por eso a veces nos enfadamos sin saber porqué y gruñimos. Si aluna vez te gruño no te lo tomes a mal, porque si la tomo contigo será porque estás cerca de mí. Si te gruño alguna vez dame un abrazo, porque lo que me pasa seguramente es que necesito un abrazo y no se como pedirlo. Ahora, que lo he soltado todo, quiero darte las gracias, por estar siempre ahí, me paso la vida dándote las gracias y me callo muchas veces lo agradecida que estoy, pero no puedo hacer otra cosa. Estás siempre ahí, te has convertido en personaje de mis mejores momentos, porque siempre estás ahí e incluso la mayoría de las veces son culpa tuya. Te has ganado a pulso estar siempre en pensamiento y corazón. Y además se que muchas de estas frases te sonarán porque las he aprendido de ti. Por si fuera poco te has convertido en mi maestra. Gracias por todo lo que haces y lo que consigo cuando se que tú crees en mi. Pero sobretodo gracias por enseñarme que lo que hacemos lo hacemos por nosotras, porque necesitamos hacerlo y que lo imposible solo se llama así porque muchos se rinden antes de conseguirlo.

martes, 15 de noviembre de 2011

Para ti.

Echarte de menos y solo saber cantar. Querer abrazarte cuando más lejos estás. Verte en las estrellas y sentirte a mi lado. Saber que eres la reina de parajes encantados. Vivir contigo presente en el centro de mi mundo. Vivir por ti cada día, cantar porque siempre me lo pedías. Porque antes le cantaba al mundo y ahora le cantaba al cielo. Porque antes soñaba despierta y por ti quiero cumplir mis sueños. Echarte de menos cada segundo, cada minuto que te pienso. Pensarte constantemente y que sea incontable lo mucho que te quiero.

Porque aunque te piense, te cante y te escriba cada día, hacía mucho que no te dedicaba un rinconcito.


miércoles, 9 de noviembre de 2011

El rey de mi vida.

Se de una persona, que cuando lea esto se enfadará, pero que no se impaciente, porque su momento está aún preparándose, pero llegará.

Hoy, quiero hablar de uno de los reyes de mi vida. El rey de mi vida tiene el pelo castaño clarito y un flequillo de esos que llevan ahora todos los niños. El rey de mi vida tiene los ojos color praliné con una dulzura y una profundidad que no se pueden medir. El rey de mi vida, tiene la sonrisa más grande del mundo y llena los corazones de la gente cada vez que sonrie. El rey de mi vida es todo corazón. El rey de mi vida es alegría allá donde va. El rey de mi vida está ahí cuando estoy mal, aunque yo no quiera que esté, porque nunca, nunca me deja sola. El rey de mi vida está ahí desde siempre y es tal su grandeza que cuando no está físicamente está en pensamiento y corazón. El rey de mi vida es compañero de aventuras y dueño de todas mis historias. Alex y Pablete comenzaron a contarle sus cuentos a él. El rey de mi vida tiene trece años que se han pasado volando. El rey de mi vida es lo más grande que tengo. El rey de mi vida convierte lo malo en bueno y lo bueno en mejor. Al rey de mi vida decirle que no hay nada en el mundo para agradecerte todo y no hay universo donde quepa lo mucho que te quiero.

martes, 8 de noviembre de 2011

Ian el guapo

Hoy Alex y Pablete vuelven por segundo día consecutivo para traernos una lección. Ahí lo dejo.

Ian era el niño más guapo de su pueblo, tenía una cara sonrosada y los ojos profundos. Su pelo era rubio y muy liso, como el trigo. Ian sabía que era guapo y presumía siempre de su carita de ángel. Un día llegó una niña muy bonita al pueblo que se llamaba Carmencilla. Ian se acercó a ella y con un poco de prepotencia le dijo.

-Mi nombre es Ian, soy el más guapo del pueblo y como tu eres la niña más bonita serás mi novia.
-No- dijo Carmencilla y se fue.

Pasaron los días, las semanas e Ian cada día le decía lo mismo a Carmencilla. El no podía entender porqué Carmencilla no quería ser su novia, porque él era el más guapo del pueblo. Hasta que un día le preguntó.

-Ian- dijo Carmencilla - No es que no quiera ser tu novia porque tu seas feo, que no lo eres, lo único que pasa es que eres demasiado soberbio y además, a mi me gusta más Jaime.
-¿Cómo te va a gustar más Jaime si el tiene el pelo negro y rizado y los ojos oscuros y achinados. Además, ¿Qué es eso de la soberbia?
-La soberbia es pasarse todo todo el día diciendo que eres guapo, que eres esto y lo otro, como haces tú y si a mi me gusta Jaime es porque el no es como todos los niños si no que es atento y me cae muy bien.

Entonces, Ian aprendió que cada persona tiene un gusto y que no solo hay que ser guapo si no que también es muy importante ser buena persona y tratar bien a los demás

Se lo dedicamos a nuestra amiga Carmen, que sale en este cuento.

domingo, 6 de noviembre de 2011

La aventura del principe Guillermo

Alex y Pablete vienen hoy con una de sus historias. Les dejo la palabra.

En un mundo lejos, lejos de aquí existía un reino donde vivía una reina con su hijo un príncipe rubio de ojos verdes que tenía ocho años. Un día llegó a ese reino un señor a caballo que contó como en la torre que había tras la montaña que se veía desde el poblado existía una princesa guerrera que estaba buscando un compañero para ir a rescatar al reino de los globos de colores del malvado dragón de las uñas afiladas. Al enterarse, el príncipe Guillermo quiso ir a buscar a la princesa guerrera para luchar junto a ella contra el dragón. Cuando se lo dijo a su madre la reina esta le dijo que era demasiado pequeño para esa aventura. El se fue esa noche a su cuarto muy enfadado y tramó un plan para escaparse. Saltó por la ventana hasta una colchoneta donde a él le encantaba saltar. Desde allí se fue despacito y con cuidado de que no lo vieran hasta el lugar donde le esperaba su caballo Portugués. Cabalgando, cabalgando se alejó del poblado y después de toda una noche donde solo paró un rato a descansar llegó al poblado donde todo el mundo hablaba de la princesa guerrera. Cuando el príncipe Guillermo vio a la princesa que era una niña como ella se sorprendió porque el pensaba que sería una princesa más mayor. La princesa se tenía dos largas trenzas negras y los ojos muy azules se llamaba Macarena y tenía siete años y medio. Ella cuando Guillermo le contó su aventura se sorprendió porque no pensaba que un niño pudiera haber hecho todo ese camino solo. Ella le contó que su padre tampoco la dejaba ir y le dijo que era muy importante que fueran porque solo los niños y las niñas como ellos eran capaz de saber la importancia de los globos solo ellos sabían lo mucho que alegraba una fiesta o lo divertida que podía ser una tarde si se tenía uno. Trazaron un plan para que la princesa se pudiera escapar como el había hecho. Lo lograron y esa noche ambos cabalgaron hasta el poblado donde el dragón tenía asustados a todas las personas que fabricaban los globos del mundo entero.
Una vez allí los niños preguntaron a las personas del pueblo como podían derrotar al dragón y estos le dijeron que la única manera era dormirlo y cortarle las uñas. Los niños inventaron un cuento largo y varios un poco más cortitos además de dos nanas para que el dragón se quedara dormido. Esa noche se acercaron a la cueva donde vivía el dragón y desde un lugar escondido le contaron los cuentos con los que consiguieron que se durmiera. Así se acercaron despacito, despacito y le cortaron con mucho cuidadito las uñas. Así consiguieron salvar al poblado de los globos de colores y a todos los globos del mundo. Demostrando que no hay que ser grande para hacer grandes cosas.

lunes, 31 de octubre de 2011

Tengo un sueño

Tengo un sueño pintado de verde, color esperanza, color ilusión. Tengo un sueño pintado de rosa, color de lo dulce, color del amor. Tengo un sueño pintado de blanco, de blanco y azul, colores de paz y armonía. Tengo un sueño donde las miradas miran a los ojos y dicen la verdad, donde los besos no necesitan un porqué. Tengo un sueño cursi, cursi pero feliz. Tengo un sueño donde las sonrisas no esconden penas, demuestran felicidad. Tengo un sueño donde la gente se abraza, sonríe, salta, canta, baila. Donde da igual que sea Lunes porque todos los días las personas se levantan pensando que todo irá bien. Tengo un sueño donde la gente no piensa solo en cuando llegará el fin de semana y disfrutan del día sin importar como se llame. Tengo un sueño optimista que se ríe a carcajadas y espanta las lágrimas a cosquillas. Tengo un sueño donde la gente se quiere por ser como son y no por lo que querrían ser. Tengo un sueño pintado de acuarelas de colores donde cada color representa un día nuevo donde si llueve se baila bajo la lluvia y se canta cuando sale el sol. Tengo un sueño de un mundo donde las personas no tienen que aparentar y donde las cosas buenas siempre, siempre son verdad.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Reina

Reina, se fuerte, se valiente, se tu misma. Eres muy grande, aunque no quieras darte cuenta, eres muy valiente, más de lo que te imaginas. Tienes un mundo a tus pies, una vida por delante y quiero que confíes en ti, quiero que seas tu misma. No sabes lo bonita y lo viva que es tu sonrisa cuando te ríes con ganas.Reina, tu camino lo decides tú, reina tu vida es toda tuya. Mi niña, eres la risa escondida tras un disfraz triste. Y ese disfraz lo vas a descoser poco a poco, si piensas que no puedes, aquí tienes mis manos. Eres la luna en una noche nublada, soplale a las nubes y que se vayan si crees que no puedes aquí tienes mis pulmones. Eres una reina en un país escondido, donde solo tu decides que pasará mañana. Sueña, ríete, vive, enfréntate al mundo porque es todo lo bueno es tuyo. Reina eres inmensamente grande, eres más valiente de lo que te imaginas. Y cuando tengas miedo, recuerda que Ceci estará ahí para hacerte cosquillas y transformar tu terror en risas

martes, 25 de octubre de 2011

Hoy es tu comienzo.

Quiero mandarte un mensaje de suerte, que los comienzos siempre son duros, pero este es tu año y este va a ser el comienzo de una nueva vida. No te rindas ni siquiera cuando pienses que está todo perdido, no decaigas ni siquiera en los días malos, porque solo duran veinticuatro horas. Eres grande, eres increíble y desde que tengo memoria mi modelo a seguir. Este es el primer día del resto de tu vida. Junto a esa niña que tienes, que es lo más grande y los más bonito del mundo. Hoy sales con el motor apunto y nadie te va a parar. Hoy te toca comerte el mundo, hoy te toca ganar, hoy te toca vivir a ti, hoy te toca ser feliz. Suerte, suerte, suerte y recuerda que Ceci siempre estará aquí.

lunes, 24 de octubre de 2011

La luna

La luna me guiña un ojo, cuando me siento a mirarla y le cuento mis secretos, no se si me comprende o se ríe de mis historias de niña. Las estrellas se que me comprenden, no se como pero lo sé, quizás porque como yo son más pequeñitas. La luna me guiña un ojo y yo le canto canciones de amor, donde las que se enamoran son chicas como yo. Yo no me enamoro, o si me enamoro no me doy cuenta, pero no siento nada, quizás aún no he aprendido a sentir el amor. Cuando tengo sueños malos, en los que nadie es feliz, la luna me acuna y entonces me siento pequeña, aún más pequeña. La luna me mira, me mira y sonríe, después desaparece en el mar sale el sol y todo lo que viví desaparece.

jueves, 20 de octubre de 2011

Por eso rompí mi vida

-¿Por qué estáis aquí?- preguntó Marta.

Todas sabíamos su motivo, pero ¿y los nuestros? eran secretos, que se deberían ir descubriendo con el paso del tiempo, y todas lo sabíamos. Empezamos a contar, desvelamos nuestro pasado, y poco a poco, la cuádruple habitación del internado se fue llenando de historias.

- Mi madrastra, cuando mi padre murió, empezó a creerse las películas de Walt Disney, me obligó a dejar el instituto y empecé a ser su cenicienta, me pegaba .- dijo Andrea con los ojos llorosos.
- Mis padres, no tenían dinero para mantenerme, y empezaron a traficar con drogas, hasta que se engancharon y me perdieron.- dije yo. - por eso no los veo.
-Yo no la quiero ver. Maldita bruja. - contestó Andrea con rabia.
- Solo faltas tu, Alejandra.- dijo Marta, siempre un poco bocazas.
- ¿y a vosotras? ¿Qué c... os importa?
- Tranquila, Ale, si no quieres contarlo, no pasa nada. Pero no te pongas así.
- Okey, perdón, me cuesta contarlo, me duele recordarlo. Pero, bueno, es justo que lo cuente. Al contrario que vosotras, fui yo misma la que se metió aquí, mis padres no tienen la culpa, es más, vosotras los conocéis, vienen a verme.

- Si.

- Bueno , pues... Cuando entré en secundaria, me enamoré de un chico muy guapo del colegio, pero era de lo peorcito, repetidor y de la banda de "chicos malos" del "cole". Tuve la suerte, o la desgracia de que se fijara en mi. En poco tiempo empecé a salir con su panda. Pero, claro, salir con ellos significaba hacer lo que ellos. Paraban en un descampado en los suburbios, se sentaban tras unos bidones y unos coches oxidados, a hablar y a beber, al principio yo no bebía, pero el me convenció. Empecé a beber, a llegar tarde, y mi rutina siempre era la misma. Iba a clase, cuando iba, salía y comía con mis padres, me cambiaba, y me iba con ellos. Una vez allí, me besaba con el. Me emborrachaba, tomaba otras sustancias además de alcohol, mezclaba bebidas. Al llegar a casa, intentaba no hacer ruido, me iba al baño, lo agarraba abrazándolo, y vomitaba. Me acostaba, y la cama daba vueltas, me agarraba a la mesilla, pisaba el suelo, como queriendo encontrar un freno, me caía, y me quedaba dormida en el suelo. Mi madre nunca me descubría, había aprendido a vomitar y acostarme si n hacer ruido, era toda una experta en el disimulo. Empecé a mentir. Ellos se levantaban y se iban mucho antes que yo, nunca veían si me levantaba para ir a clase.

Cada vez faltaba más a clase, cada vez vomitaba más callada, cada vez mezclaba más cosas. El me enseñó donde conseguía la droga, donde compraba el tabaco , el alcohol... Un día, estábamos allí, bebidos, todos, cuando, el, se cayó, se cayó bocabajo, sobre unos cristales, uno de ellos se le incrustó en el ojo, llamé a la ambulancia. El perdió la vista, y en una semana, también la vida. Empecé a vestir de negro, empecé a ir al cementerio a verlo todos los días, allí, bebía y fumaba por él y por mí. Un día, me desmallé bebiendo. Me encontré en el Hospital. Mis padres estaban a mi lado e intentaron ayudarme desde casa. No fue posible, así que creyeron que lo mejor era meterme interna aquí, lejos de todo, sería mejor. Y la verdad. Tenían razón. Me ayudaron tanto...

Por eso estoy aquí, por eso rompí mi vida.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Darte las gracias y decir que te quiero.

Hay días en los que piensas que nada merece la pena, que de qué sirve luchar, días en los que por algo muy tonto te quieres rendir, y te sientes hundida, perdida, sola. Días en los que parece que todo se va a la mierda, días en los que mandarías todo a la mierda.
Que se vayan, que se vayan esos sentimientos de dentro de mi, que mi tristeza tonta e incomprensible se vea rota por una sonrisa, por un abrazo. Ganar confianza, ganar fuerza, ganar alegría, ganar energía, que el mundo sea mio de nuevo. Romper con las pena, echar las lágrimas al mar y que se pierdan, comprar un billete de tren y mandar al fin del mundo la tristeza. Recargar baterías, poner el motor a punto, sentirme bien de nuevo, verlo todo claro otra vez. Llamar a quien más quiero solo para recordárselo, tomar café con alguien y aprender mucho hablando de nada. Llamar a mi niño y contarle un cuento, llamar a mis niñas y cantarles una canción, acordarme de ella y contárselo todo al cielo, para que las estrellas le envíen mi mensaje. Cantar, soñar despierta de nuevo, no dejar que el mundo se pare, solo por mis miedos, que mis tristeza pequeña madure en una inmensa alegría. Darte las gracias y decir que te quiero

sábado, 15 de octubre de 2011

A mi Coba y su niña Teresa

Hoy, es un día muy importante, hoy va a nacer una niña en Madrid, con alma gaditana, una niña hecha de olas del mar y rocas de las montañas, esa niña tiene suerte, suerte porque tiene un padre que es un sol y una madre, que es mejor todavía (los genes tiran, lo siento) Pero es que además, esta niña, va a tener un abuelo como pocos, un abuelo que es un artista, que tiene un corazón enorme y una poca vergüenza que es casi igual, un abuelo que la esperaba ansioso, un abuelo que la va a mimar demasiado, que le va a dar todo lo que le pida, porque los abuelos son así y más si los nietos están lejos. Mi coba, mi queridísimo coba va a ser abuelo, y ahora va a tener una niña más de sus ojos, otra mujer más en su vida. En estos casos, con gente tan grande, tan especial, no se sabe si felicitar a la criatura o a su familia. Así que al Coba, a los papis, a los tíos, a toda la familia, enhorabuena, porque sin haberla visto estoy segura de que será preciosa. Y a ti Teresa, pequeñaja, no se si felicitarte o admirarte por el atino que has tenido naciendo en esa familia, con esos padres y con ese pedazo de abuelo.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Tania y Eva, Astronautas.

Alex y Pablete han vuelto a pasarse por aquí para contar una nueva historia. Les dejo la palabra, para que dejen volar de nuevo su imaginación.


Tania y Eva quieren ser astronautas, cada día se tumban en el suelo del patio del cole a ver el cielo y sueñan que surcan las estrellas, ellas dicen que las ven, aunque a la hora del recreo las estrellas se hayan ido a dormir. Por las noches Tania y Eva cuando están en sus camitas calentitas piden a su mamá o a su papá que les cuente un cuento, un cuento de mundos diferentes y extraterrestres verdes de un solo ojo. Después Tania y Eva se quedan dormidas y sueñan con el cuento. El otro día, se quedaron dormidas oyendo un cuento precioso, en el cuento, su papá les contaba como habían despegado en una nave espacial roja y plateada. Entonces, aterrizaron en un planeta, donde toda la tierra era fría y los árboles parecían de galleta. Había un río color chocolate y las nubes parecían que se podían comer. ¿Donde estaban? Tania, que era muy curiosa se acercó al río y metió despacito un dedo dentro, entonces, se lo metió en la boca y al probarlo, rápidamente comenzó a comer más y más, el río no solo tenía color chocolate, si no que era de chocolate entero. Eva, al verla probó una ramita del árbol, que sabía a galleta y después probó un poco del suelo frío, que sabía a polo de limón. Las hermanas comieron de todo, cada cosa que probaban estaba más rica, incluso de un salto, llegaron a coger un trocito de nube de algodón de azucar. Entonces a Tania le empezó a doler mucho la tripa y a Eva también, se quejaban de su barriga continuamente y cuando estaban en el suelo sentadas se despertaron de nuevo en sus camitas calentitas y decidieron que si alguna vez volvían a ese planeta, no serían tan golosas y tendrían más cuidado

viernes, 30 de septiembre de 2011

29 de Septiembre.

Ya hace un año, un año de un descubrimiento dentro de mí, un descubrimiento en ti. Un año de esta oportunidad que me diste y que yo acepté, en la que ambas hemos trabajado juntas, y eso es una de las cosas que más me ha gustado, que nunca has querido demostrar que estabas por encima de mí en todo esto, aún sabiendo que la que realmente tomaba las decisiones eras tú. He disfrutado mucho, muchísimo y quiero seguir con todo esto, es una de las cosas que tengo claras ahora mismo, que esto no lo quiero dejar.
Pero además, este año he ganado una confidente, he ganado una amiga, una maestra. Contigo he aprendido, me he reído, me has aconsejado y has estado ahí cuando necesitaba una abrazo, una sonrisa o un hombro para llorar. Porque en un año nunca hemos tenido ningún problema, porque el año pasado fue muy grande y porque este año va a ser más grande todavía.

Gracias, muchas gracias

sábado, 24 de septiembre de 2011

Los cuentos de Alex y Pablete.

Hace algún tiempo que tenía pensado hacer esto, dejar a mis grandes amigos Alex y Pablo que de vez en cuando tomaran la palabra en este pequeño rincón dedicado al relato, y pensé que sería genial, que con un poco de mi ayuda a la hora de escribir, estos niños tengan un sitio para contar sus historias. Os dejo con estos pequeños, que quieren contar un cuento, en especial hecho, para niños de su edad.

Los caramelos de las nubes.

María y Jose se estaban aburriendo mucho, mucho en el parque, con siete años ya eran grandes para muchos cacharros y no sabían a que jugar. Los dos, se tumbaron en la hierba y vieron muchas nubes, de esas blancas que son tan bonitas, entonces María le dijo a su amigo:
-Jose, por encima de las nubes ¿Qué hay? A mi me gustaría volar y poder descubrirlo
-A mi también, seguro que tienen un parque de atracciones, o una tienda de caramelos donde comprar chuches.
-Es verdad, tiene que ser muy, muy divertido.
-Lo es - dijo una voz.
María y Jose miraron por todos sitios, pero no había nadie hablándoles.
-Aquí abajo- dijo un pájaro pequeñito posado en el suelo.
-¿Pero, eres tu el que nos está hablando? ¡Si los pájaros no hablan!
-Claro, claro, eso decís todos los humanos, que os creéis muy listos y no sabéis ni volar un poco- dijo el pájaro enfadado
-Bueno, no te enfades Pajarito, pero es que yo nunca había escuchado a un pájaro hablar- dijo Jose, un poco arrepentido.
-Pues claro que hablamos, pero siempre lejos de los humanos que solo querríais investigarnos si lo supierais, pero vosotros me habéis parecido simpáticos, me he reído mucho cuando hablabais de las nubes.
-¿Tu sabes lo que hay sobre las nubes?
-No hay nada, les dolería mucho la tripa si pusieran parques de atracciones o tiendas de chucherías sobre ellas.
-¿Cómo les va a doler la barriga a las nubes?
-¿Pero qué os pensáis vosotros que son las nubes?
-Las nubes sienten y hablan y juegan a las cartas como cualquier ser.
-No nos tomes el pelo Pajarito.
-¿No lo creéis? Las nubes sienten, hablan, juegan y hacen los caramelos más ricos del mundo. Si aprendéis a volar os llevaré a que lo veáis.
-Pero, los niños y las niñas no podemos aprender a volar.
-Claro que podéis, igual que nosotros los pájaros, y las hadas y los pegasos, y los fenix y todos los seres que vuelan.
-Todos esos seres que has dicho no existen, así que no inventes más.
-Chicos, no os creéis nada de lo que os digo, así que no os voy a enseñar a volar. ¿Para qué?
-Sí, si, enséñanos, aprenderemos, nos lo creemos todo.
-Bueno, para volar tenéis que pensar en hasta donde queréis ir, y desearlo con mucha fuerza, luego con los brazos extendidos y los ojos cerrados tendréis que decir: " ¡Pimienta canela y perejil, hasta las nubes yo quiero ir!"
Los niños, aunque no se lo creían del todo lo intentaron y de repente notaron algo muy raro, como si el suelo se hundiera y ellos no, entonces abrieron los ojos y se vieron subiendo hasta las nubes. Llegaron allí hasta un sitio donde en un mesa sobre el aire con mucho chocolate y pasteles merendaban las nubes, con hadas, duendes, elfos, pegasos fenix y todos los seres que habían aprendido a volar del mundo, allí el pájaro los presento y ellos contentos, contentos se sentaron a merendar. Pero, con lo bien que se lo estaban pasando se les olvidó que se hacía de noche y llegaba la hora de volver a casa. El pajarito se lo recordó y los niños muy tristes se despidieron de todos, sin darse cuenta todo desapareció y los niños abrieron los ojos en la hierba del parque, pensando que habían sido unos tontos y que se habían quedado dormidos imaginando. Pero no, porque miraron un sus bolsillos y cada uno de ellos tenía un bolsita con esos caramelos tan ricos que hacían las nubes.

Y se acabo! nos vemos otro día que vamos a ver Bob Esponja!

martes, 20 de septiembre de 2011

A ti, que ya era hora.

Cariño, desde muy pequeña te he visto como una super-heroina que siempre estaba ahí cuando yo no tenía fuerzas y quiero que sepas, que te voy a decolver todo ese apoyo que siempre me has dado. Tengo que decirte que siempre te he admirado, por tu fuerza, tu frialdad, por no derrumbarte nunca y quiero que sepas que todo esto va a salir bien, porque siempre ganan los buenos y eso no va a cambiar nunca. Cariño, cariño mío, todo va a salir bien, por ti, por ella, por vosotras, porque nadie va a dejar que sufras con todo esto, porque nadie va a permitir que llores más, se fuerte, como lo has sido siempre, llevas la suerte de tu lado, llevas una vida contigo, miento, llevas dos vidas contigo. y recuerda que siempre, siempre voy a estar ahí.

con cariño Ceci.

sábado, 13 de agosto de 2011

Belo

Gracias príncipe mío, porque nadie sabe lo que llena tu sonrisa, o cuando corres hasta mí y en brazos te hago volar y escucho tus carcajadas. Gracias pequeño, por cada minuto que me das por cada juego que me pides, por cada palabra que me dices por cada cosa que aprendo de ti, porque eres más grande que el mundo entero, porque eres tan especial, porque nadie puede imaginar lo mucho que te quiero, porque me has enseñado lo que se siente al saber que pondría tu vida antes que la mía, que te regalaría todo por todo lo que me das, porque nadie se imagina lo que dice tu mirada en un silencio, cuando me das besos y me pides heladitos,cuando en un tobogán me dices "¿Tu me coges?" cuando me abrazas y cuando te comes besos a tu hermana, cuando haces reir a tu primita, por cada momento rey, por cada minuto que pasa y me regalas un cachito más de felicidad, por enseñarme que el amor no tiene límites y por que no te imaginas cuanto te quiero. GRACIAS.

jueves, 11 de agosto de 2011

Salir de fiesta

Abro los ojos como cada mañana, pero no veo lo mismo de siempre, no esoty en mi cuarto color naranja, ni en mi cama con mis sábanas... No se donde estoy y no recuerdo nada, se que ayer me puse guapa, me veía radiante frente al espejo de mi habitación, con el pelo suelto, liso y castaño con un vestido blanco y corto y unos tacones altos del mismo color, los ojos maquillados y los labios brillantes. Mis amigas me recogieron a las once y media, salimos a cenar y en la puerta de la discoteca nos encontramos con los chicos. Entramos y alguien pidió para todos, bebimos y bailamos, poco después conocí a un chico, era mayor que nosotros pero nos pusimos a bailar y a hablar, me caía bien y era guapo, luego me invitó a una copa y a otra después de eso no recuerdo nada. Mi vestido está rasgado y no llevo los tacones puestos, tampoco siemto la ropa interior, el maquillaje se ha corrido y me duele todo el cuerpo, pero en especial me duele ahí abajo, no recuerdo nada, pero me da miedo, no se que he hecho, pero estoy en un descampado sucio... Ahora empiezo a reconocerlo, estamos a varias manzanas de la discoteca y creo que ese chico me trajo aquí, no se que he hecho, pero si es lo que creo, lo que siento, no merece la pena haberlo hecho así.

miércoles, 29 de junio de 2011

CARTA AL VERANO

Bienvenido compañero, te has hecho esperar, pero al fin estás aquí. Te he echado de menos, aunque alguna vez no he querido que llegaras, no se que me deparas estos meses, pero presiento que va a ser fantástico, te va a ser difícil superarte, el verano pasado fue magistral, pero estoy segura de que sabrás estar a la altura, aunque, además de superarte, vas a tener que superar esta curso, porque ha sido maravilloso. te contaré un poco, ya que no has estado. EN septiembre, cuando nos despedimos llegué a una clase llena de gente con la que apenas había hablado, tod@s me sonaban de vista, o casi, pero con la mayoría no había cruzado más de un saludo. Conocí a mucha gente, aunque en especial debería destacar a mi querida Clodia, que grande es esa niña. Además retomé antiguas amistades, especialmente con Sara y Carmela, y empece a hablar con gente que aún teniendo tan cerca, nunca había tenido relación, Naima y Marta son el mejor ejemplo. En la clase, hemos pasado de ser desconocidos a ser una verdadera piña. Mis amigas estaban separadas, pero aunque al principio eso me asustó, poco me preocupó luego, puesto que las verdaderas amigas, como las estrellas, están incluso cuando no las ves. A mediados de Septiembre, cuando llevábamos solo tres o cuatro días de clase Inma la orientadora pidió ayuda al alumnad@ ayudante y de ahí nació el grupo de ayudantes de ayudantes. Al día siguiente más o menos, Maite nos propuso ayudarla en la organización de la semana contra la violencia de género, y ahí descubrí una de las cosas más grandes que he tenido este año, o dos. La experiencia y el placer de trabajar y preparar los proyectos y mi nueva tita Maite, porque si en el mundo hay gente grande, ella es de las personas a las que enorme les queda como un diminutivo. Con Maite preparé la semana contra la violencia de gánaro, la semana de la mujer y la semana cultural, una propuesta fantástica de la asamblea de estudiantes.Con Inma la orientadora, por supuesto repetí un año más la recogida de alimentos para el pueblo saharaui, este año nos propusimos la friolera de 800 kilos de alimentos, ya que hay 800 alumnos y a pesar de que nuestro máximo otros años había sido de unos 400 kilos, para mi sorpresa llegamos a conseguir 1240 kilos de alimentos. También empecé a estudiar E. Vocal y aunque he aprendido bastante estuve mucho tiempo sin poder avanzar porque me descubrieron unos micro-nodulos en las cuerdas vocales, aunque querido verano, no pienses que eso para mi fue una desgracia, porque gracias a ello conocí a Glup-Glup, mi logopeda (por supuesto no se llama así, pero yo no llamo a casi nadie por su nombre) que mis amigas la describirían como "Una Maite sin el rubio" así que poco más se puede decir, de Fantástica no baja. en mi familia hubo alguna cosa mala, como el 9 de Marzo, pero en el cielo hay una estrella más aunque también nacieron mis niñas, mis dos sobris nuevas, lo más grande del mundo entero. Con el instituto viajé a Barcelona viaje que no voy a describir por su extensión, pero que fue sin duda inolvidable, y por último te contaré que por primera vez salí de noche hasta las cinco el día de mi graduación. Querido verano, espero que estés a la altura de este curso tan increíblemente grande y sobretodo, dame mucha fuerza porque el curso que viene será Más y mejor.

domingo, 17 de abril de 2011

Elena y la historia de Marta

Hace unos días encontré un relato que escribí para participar en un concurso en el cual tuve la suerte de ganar. Es de hace dos años y me gustaría dejarlo aquí.



Las cosas nunca son lo que parecen y a mi , que siempre había tenido suerte en todo lo que me había propuesto, en mi carrera, mi familia, mis amigos y trabajaba en el trabajo de mis sueños me pasó esto. Mis tres asistentas hicieron las maletas. Yo decidí que no soportaría más criticas y humillaciones públicas que me iría a mi país natal. Cogimos el avión y pronto llegamos al aeropuerto de Barajas en Madrid. Mi padre nos recogió y cada una fue a su casa. Dos meses más tarde conseguí un puesto de profesora de lengua en un instituto de Chiclana. Hice las maletas y me fui. Al llegar A Chiclana fui a mi nueva casa. Hablé con la casera y recorrí la casa. , la cocina, plateada y color madera, el salón, espacioso , colores crema y chocolate, con el sofá, la mesa baja , la televisión, la mesa alta del comedor con seis sillas y el precioso piano blanco de pared, mi habitación, en blanco y negro y el lavabo, azul mar, era preciosa. Deshice las maletas, fui a comprar y pedí que me llevaran las cosas a casa. Compré tanto que me habría dado para comer yo y dos familias en la tercera guerra mundial. Decidí salir, a conocer la ciudad, decían que el mar cambiaba a las personas y las ciudades, lo quería comprobar. Tenía razón. No era nada comparado con Madrid, se podía pasear tranquila. El sol te abrazaba, las nubes sonreían y la sensación del mar era como pequeños y casi imperceptibles besos en los brazos, se sentía el calor, la felicidad, y los sueños de cada persona, había flores y si cerrabas los ojos la brisa de la costa te envolvía. Cada esquina escondía un secreto, cada persona una historia que escribir, para no perderla. Paseando se me hizo de noche y volví a casa.




A la mañana siguiente me levanté, me vestí y fui al instituto. Hable con la dirección, conocí a varios profesores y me fui a clase, tenía con mi tutoría.
- Buenos días- dije al entrar.
- Buenos días.
- Soy Elena, vuestra profesora de lengua y vuestra tutora. Voy a pasar lista, levantar la mano para ir conociéndoos, y, os vais a sentar por orden de lista – Pasé lista y se fueron sentando. Les expliqué como serían las clases y la última media hora les pedí que me escribieran en un papel todo lo que les gustaba. Más o menos hice eso en todas las clases. Llegué a casa cansada. Había ido andando con una compañera del instituto. Una chica cordobesa orientadora. De pelo castaño y menudita. Una chica muy linda que sabía escuchar y hablar, Sara.
Al llegar comí y empecé a leer las fichas. La de la primera de la lista me sorprendió, y la analicé hasta quedarme dormida, Marta decía esto:
Me llamo Marta Acosta Arenas, mis padres se llaman Evaristo y Lola. No tengo hermanos ni hermanas, me gusta leer y escribir, odio las mentiras, las matemáticas y el recreo en el instituto, también los juegos de grupo en educación física. Dicen que soy callada sosa e introvertida, pero, yo creo que nadie me conoce bien, no soy callada, solo tímida porque con quien no me da la oportunidad de abrirme a el, no soy sosa, solo me siento algo sola, y soy introvertida porque no me han dado oportunidades de abrirme o hacer amigos. No hablo mucho, los recreos me gusta pasarlos leyendo, escribiendo o componiendo en la biblioteca. Si, me gustan las letras, Pero, lo que más me gusta, incluso me atrevería a decir que me apasiona es la música, componer, cantar y tocar el piano. Es lo que hace que aún siga aquí, y no me haya tirado de un puente. Sueño con tener amigos, salir con ellos los fines de semana, y convertirme en una cantante profesional y novelista a la vez.
Me chocó tanto que la guarde y me acosté, Sara había estudiado psicología y quería que me dijera que pensaba. Sara me dijo que creía que sufría acoso escolar, que intentara hablar con ella. Al llegar a clase empecé con ellos el temario. Les expliqué las formas del discurso y cuando se fueron a tecnología pedí a Marta que se quedara.

- Marta, quiero hablar contigo porque he visto tu relación con tus compañeros de la clase, además he leído tu ficha, me han sorprendido varias cosas. ¿Te has dado cuenta de que has puesto que odias todo lo que tenga que ver con relacionarse?
-Lo se, no me gustan los grupos.
- ¿Por qué? – Marta no contestó, bajo la cabeza colorada.
-No pasa nada, cuéntamelo, nadie más que tú y yo sabrá lo que estamos hablando aquí.
- De acuerdo, la verdad, aquí no tengo amigos, dicen que soy rara, empollona, chivata y una niña rica y mimada que solo piensa en ella.

-¿Te has chivado alguna vez de algo?
-No, eso empeoraría las cosas.
-¿Entonces?
- La verdad, es que yo no hablo mucho ni intento defenderme, es inútil cuando son todos contra mi, además, no es solo en el instituto, simplemente, no tengo más amigos que mis libros, los personajes de mis cuentos, y mi profesora de coro del conservatorio.

- ¿Tus padres lo saben?
- No
- ¿No se extrañan de que no salgas con tus amigos como todos los demás?
- La verdad, mis padres sólo me dejan salir hasta las siete y media por eso voy algunos viernes a la biblioteca o a casa de mi profesora, me está enseñando a cantar, y yo a ella a escribir poesías.
-Por eso, tus padres no se extrañan ni sospechan y los de clase te tratan así.
-Exacto. Además cuando llegan de trabajar son las siete por eso solo saben si he salido y a donde he ido por la asistenta, a la que por cierto, miento.
- ¿Por lo de la asistenta es lo de niña rica?
- Y porque a diferencia de los padres de los demás que son carpinteros a constructores mis padres son abogados y cobran cada uno el doble de lo que los padres de los demás padre y madre.

- ¿Por una asistenta y dos abogados? Eso no es nada mira, mi padre es dueño de tres bufetes de abogados y más de cincuenta empresas distintas, yo, de pequeña no tenía una asistenta, en casa de mi padre hay más de veinte, cinco mayordomos yo de pequeña tenía tres niñeras para mi sola y mis hermanos otras tres cada uno. Pero mírame a mi trabajo de profesora por lo que mi padre cobra en dos días, que ya es mucho, no tengo asistentas y voy a todos sitios en autobús, somos personas distintas a nuestros padres, ese no creo que sea el motivo por el que te rechacen.
- Pues entonces no lo se, pero lo que me has contado es increíble. No pareces profesora de lengua, además me suena mucho tu cara. –Elena se estremeció, no podía descubrir su pasado.
- No se porque.
- Si, ¿sabes de que me acordé la primera vez que te vi? - Elena negó con la cabeza.- me vas a decir que es una tontería, pero se me vino a la cabeza. La pasarela Cibeles del año pasado.
- ¿Por qué?
- No sé, me vino a la cabeza, como un flash fue una sensación rara, como si tu sitio fuera ese, sobre la pasarela. Y, la verdad, podría ser, alta, delgada, muy guapa, con esa melena negra larga y brillante, y esos ojos color manzana y miel tan grandes y profundos, tan dulces e expresivos, sabes, tus ojos son como un agujero para ver lo que sientes, no se callan, y solo dicen verdades sobre ti, como ahora, que me dicen que mientes, y que si sabes de que me suena tu cara.
- Muy lista y muy segura te veo.
- Te repito que cuando cojo confianza puedo ser muy extrovertida
- Se ve, se ve. Pero, volviendo al tema, deberíamos intentar arreglar esto ¿no?
- No creo que sea posible, pero – Marta me dio la mano- ¿porqué no intentarlo? Solo si me ayudas claro.
- Por supuesto. Ahora, ve a clase va a tocar el timbre y no creo que te quieras perder música. Y si necesitas algo, me buscas, estaré en la sala de profesores.
- Claro, adiós- la niña salió por la puerta, con una sonrisa en los labios, o al menos, eso me pareció, se volvió y terminó diciendo- y Elena, muchas gracias, necesitaba hablar.
- De nada.
Salió y pensé un poco en la conversación, me la había ganado, y ahora, se abriría a mí.

Ese día tuve una guardia inesperada, sustituí al profesor de dibujo que estaba enfermo durante el recreo. Cuando revisamos que no hubiera nadie en los baños ni en las clases escuché en el baño de las chicas un llanto silencioso y ahogado. Abrí las puertas, no había nadie, excepto en el último, allí, llorando, me encontré a Marta, con los ojos rojos y los labios secos de llorar. Le ofrecí un pañuelo y la abracé, cuando dejó de llorar y se tranquilizó me atreví a preguntarle:

- Marta… ¿Qué ha- antes de que pudiera continuar ella me contestó.
- Daniela, me ha esperado en la puerta del baño, cuando he salido ella estaba allí, me ha metido de un empujón y me ha pegado, junto con tres más que se habían escondido dentro. Me han escupido y me han insultado, me han dicho de todo, estoy harta, no por los golpes, si no por el rechazó, los insultos, las miradas de asco, los gestos.- Marta me contó mil historias, y mil sentimientos se abrieron, como si llevara queriendo soltarlo mucho tiempo. Así, sonó la campana del recreo, ella se lavó la cara, se peino un poco, cogió su mochila de marca y se fue a clase.
Yo medité todo un, momento e hice lo mismo, ese día al llegar a casa no tenía hambre, lo que me había contado era escalofriante, corregí exámenes y ejercicios para olvidarlo, a las once, sin probar bocado me acosté.

Las tres de la mañana y aún no podía dormir. Después de lo que me había dicho Marta, de los insultos, las patadas, los empujones, las tizas, los borradores, las bajadas de pantalones en medio del pasillo… Tenía escalofríos debía hacer algo por esa niña, era muy simpática, verdaderamente encantadora; pero todos sus compañeros la rechazaban. Para ella ir al instituto era un castigo, el recreo una pesadilla. Diariamente era humillada por los que parecían tener el poder allí. Los profesores no lo sabían, sus padres lo ignoraban. Solo se permitía llorar a solas y clamar al cielo en silencio. No eran los moratones lo que más la dolían, sino, el rechazo los insultos, la marginación…

A la mañana siguiente me levanté súper cansada, tenía tantas ojeras como un oso panda. Me puse los vaqueros pitillos con la blusa de flores beige y marrón. Me recogí el pelo, me maquillé un poco y me fui. Hablé con Sara de lo que me pasaba con Marta. Decidimos que hablaríamos con ella las dos, para que se tranquilizara y pudiéramos solucionarlo, en el recreo iríamos a hablar con ella. Cuando tuve un momento fui a la clase para buscarla. Allí vi algo que me sorprendió, sabía que ella sufría, pero, le estaban pegando en la cabeza y tirando tizas. Después de poner un par de partes y hablar con Marta me fui, lo dejé como si hubiera sido un caso puntual. Pero ya tomaría parte al respecto. A la hora del recreo Sara, Marta y yo nos reunimos en su despacho. Sara le preguntó varias cosas y ella le fue contestando todo lo que sentía, acabó llorando abrazada a mí. Quedamos en intentar hablar con sus padres si esto no se solucionaba pronto. Ella intentaría hacer amigos y nosotras la ayudaríamos.

Esa noche estuve pensando. La verdad, durante más de tres meses había estada ahogándome en mis penas, primero por la muerte de mi madre, después, por el pequeño accidente, los críticos me habían acribillado a base de insultos, habían corrido sobre mi toda clase de bulos y calumnias que hasta yo misma había llegado a creer. Pero, desde

Que había llegado al instituto, había comprobado el sufrimiento de Marta y la estaba ayudando, mis problemas se habían desvanecido, mi sufrimiento, comparado con el suyo, parecían las fallas de Valencia, alegría y fiesta, ella lo había sufrido por dentro, y sola.

Esa tarde recibí una llamada inesperada, Ángela, la profesora a la que sustituía en el instituto me llamó para contarme que en un mes se reincorporaría a las clases. Le dije que me alegraba mucho por ella, pero al colgar me hundí. No quería irme del instituto.

Al día siguiente, el director me llamó a su despacho. Me dijo que llegaría una chica nueva a mi clase, Lara Sevilla Morales. En la clase de lengua la conocí. Rubia de ojos negros, profundos , muy guapa y extrovertida. Hablaba con todo el mundo, y lo que más me gustó, en el recreo la vi paseando con Marta. Marta empezó ha abrirse y hacer amigos. Yo estaba feliz.

El día que me tuve que ir Marta y toda mi tutoría organizaron una fiesta. Sara también asistió. Ese día llego Ángela, quería saber como iban las cosas para reincorporarse el lunes. Era mi último día, desayunamos, bailamos y charlamos, hicimos juegos de grupo, y me hicieron un regalo, un bolso negro de cuero que me encantó. Después de terminar con las fotos les di a Marta y Sara mi correo electrónico y mi dirección madrileña. Ese día también desvelé a Marta mi secreto. Le conté de qué le sonaba mi cara. Yo había sido modelo en Sudamérica. Ella me había visto en la pasarela Cibeles. Un día un vestido demasiado ajustado estalló mientras yo desfilaba, me quedé en ropa interior, me empezaron a criticar y hacer fotos con mala intención, yo estaba débil porque mi madre acababa de morir, entre ambas cosas me hundí. La depresión pudo conmigo. Por eso, para olvidarlo comencé a trabajar de profesora.


Tres meses más tarde me llego una carta con remite de Chiclana, era de Marta. Decía así:
Elena:

La verdad, cuando me diste tu dirección no sabía para que la iba a utilizar, pero tengo un buen motivo.
Se que parecerá muy triste, pero, antes de que llegaras casi no sonreía, mis notas habían bajado y me hacía pis en la cama. Para mi todo era horror, lágrimas y tristeza. Cuando llegaste no pensé que nada fuera a cambiar. Pero tú me ayudaste, no me volví a sentir sola. Luego hablaste con Sara y todo cambió, llegó Lara, y ahora, soy de las chicas más felices y populares del instituto ¿Lo puedes creer? ¡Yo!

La verdad creo que sois mis ángeles de la guarda, que Sara y tu siempre vais a estar ahí y que no me vais a dejar llorar sola. Por eso esta carta solo tiene una razón, os debo mi alegría y mi suerte.

De corazón, a las dos, gracias.

miércoles, 13 de abril de 2011

Mi luz

No puedo entender muchas veces como son capaces de hacerme sentir todo eso, como pueden conseguir que los quiera solo cuando me miran, como pueden hacerme sentir la persona más feliz del mundo con una sonrisa, con un juego. Como con tan poca edad son tan grandes, como puede ser que cada minuto con ellos me sienta tan afortunada. Son inmensamente grandes, cuando me hacen reír, cuando los tengo entre mis brazos y siento su ternura, su cariño. Son mi risa, mi alegría, mi felicidad, mi vida, son mi cielo, un sueño y mi luz.
Gracias, a vosotras por habérmelos dado, porque son lo más grande que tengo. Y gracias a ellos, por ser como son.

A.L.A.

sábado, 19 de marzo de 2011

Un mensaje para ella.

Cuando pierdes a una persona que quieres, cuando la pierdes para siempre, normalmente sientes tristeza, una infinita tristeza y piensas que nunca más podrás seguir adelante. Es raro, pero, cuando te perdí, no pensé que no pudiera seguir, pensé que ahora tu fuerza y tus ganas de vivir se habían convertido en una parte de mí, sentí que me habías dejado tu fuerza y que ahora tengo que luchar más, que tu qerrías que siguiera riendo, que siguiera cantando, que siguiera persiguiendo mis sueños, que siguiera con mis ganas de cambiar el mundo... No te voy a defraudar, voy a seguir viviendo, con tu fuerza y la mía, voy a seguir luchando, te lo prometo.

lunes, 31 de enero de 2011

La voz de ...

Os voy a contar la historia de una persona con la voz más poderosa del mundo, con una voz que movía el cielo y la tierra con una voz que hacía cambiar el mundo.... Tenía la voz especial pero no era su voz lo mejor de ella, si no la forma con la que la utilizaba, con una magia secreta y escondida que cada vez que sonaba hacía temblar a alguien y erizaba el vello de los brazos de todos los que la oían. Tenía un poder de palabra que llegaba a los rincones más oscuros del mar y hasta los peces más extraños, esos que viven al fondo del todo y dan miedo cuando los ves entendían su forma de pensar e incluso la mayoría de las veces estaban de acuerdo. Tenía unas alas en sus palabras que llegaban a las nubes y hasta los angelitos de la guarda que pensaban como ella la ayudaban a continuar su camino. Pues pasó que un día, a esa persona no le salió la voz, durante un tiempo estuvo muda pero no importó, no importó al mundo, porque la voz de su corazón, de sus ideas no la callaban laringitis, virus, ni enfermedades raras ni personas crueles y es que era esa voz, la que movía cielo y tierra, la que nos hacía y nos puede hacer a todos cambiar.

sábado, 29 de enero de 2011

Pon una Clodia en tu vida

Hoy, quiero hablar de ella, esa nueva compañera, amiga, que llegó al final del pasado año para cambiarlo todo. Recuerdo que cuando la vi, pensé: “Otra niñata superficial que pasa de todo y se cree la mejor”. Quizás, porque me he chocado con tantas así que algunas veces las confundo, pero esta vez, me equivoqué, aunque lo descubrí un tiempo después. Ella tenía los ojos oscuros, como la noche, y es que la noche estaba dentro de su ser, no creo que hubiera nada mejor que salir de fiesta para ella, eso, y comer dulces. También tenía el pelo marrón, como el chocolate y la coca-cola, ella, preferiría el chocolate, porque para su gusto, la coca-cola “picaba”. Lo último que describiré de su boca, es que era grande, grande y brillante, sobretodo porque la tenía llena de risa, una risa nerviosa, ruidosa y verdadera. Era guapa, había que admitirlo, guapa y aunque algunos lo vean incompatible, inteligente. Aunque lo mejor de Ella, era su forma de ser, por que era extrovertida, alegre, simpatica, porque sabía querer a los demás y sabía quererse. Ella era una chica de armas tomar, soñadora, atrevida. con ella aprendí a valorar cosas de mi que desconocía, aprendí a quererme aún más y a hacer las cosas porque yo quería sin importar lo que dijeran los demás. Y es que, imagínense a donde llegaba esa imaginación y esa originalidad que un día, así, sin saber porqué, me dijo el piropo más original que nunca me han dicho: “Eres como Vicky el vikingo, siempre tienes ideas brillantes” Por eso y por que la quiero muchísimo le dedico esto que cierro con una frase para nosotras un tanto especial, solo digo: “¡Sonríe preciosa….!

lunes, 10 de enero de 2011

Os lo debía,

Teneís fuerza, ganas de vivir, magia en vuestro interior, y, habéis hecho tanto por mi, sin apenas conocerme, que simplemente, os lo debía Ana, tiene el pelo negro, rizado, a la altura de los hombros, y la cabeza muy muy bien organizada, da grandes consejos, casi tan grandes como su corazón. Mariajo, es rubia, con un rubio que casi se podía confundir con castaño, los ojos color miel, la dulzura en su palabra y la fuerza en su interior, además está su don, ese don de artista, que consigue convertir en belleza las notas que salen de su ser, su arte es grande, casi tan grande como su corazón. Mari Carmen tiene el pelo castaño y liso, con algunas mechas doradas, como rayos de luz, la luz que desprende su sonrisa, y tiene su tranquilidad, su paz, su sencillez, y esa manera de hacerte sentir bien cuando te coge la mano y te dice que puedes seguir adelante su confianza, en el mundo, en ti es tan grande, tan grande casi como su corazón. Por ultimo está Maite, que como dice una canción, tiene el sol plantado en la cabeza y los ojos profundos y negros, Maite tiene la fuerza y las ganas vivir de todas, que casi parecía que se la ha robado a alguien, pero no, Maite no roba ganas de vivir, si no que te las da con una sonrisa, Maite tiene la boca llena de risa y el corazón lleno de bondad, una bondad que le cabe de milagro, porque su bondad es muy grande, pero no tanto como su corazón. Ana, Mariajo, Mari Carmen y Maite, tienen el corazon enorme y eso las hace a ellas grandes, muy grandes, yo intento con esto, describirlas, para que todos sepan porqué loas admiro tanto, aunque me queda mucho por decir….Gracias y no lo olvidéis nunca: De verdad, sois grandes!

con Cariño, Ceci.