martes, 1 de diciembre de 2015

La edad de la Razón. O ¿Yo no te dije que no crecieras?

Ayer fui a comer con mi familia a un restaurante, creo que comimos carne y después un postre de chocolate. Mi hermana, comentó en broma que dicen que el chocolate propicia los partos, mientras se acariciaba la barriga.  Cuando nos despedimos, mi hermana y mi cuñado se fueron a ver a la hermana de éste a su casa, que está cerca... mi hermana merendó chocolate caliente.

En mitad de la noche ha sonado el teléfono. Mi hermana está en el hospital. Ha tenido un bebé, esta mañana a las nueve. Están los dos bien, ella un poco débil, pero bien.

Mi sobrino es muy guapo, tiene los dedos largos y duerme muchísimo. Mi hermano pequeño no se cree que sea tío con 10 años, yo tampoco me creo que lo sea con 13. Le hemos comprado entre los dos un oso de peluche gigante, es blanco.


Desde esta mañana han pasado 7 años ya, pero yo prometo que fue ayer cuando comía con mi familia. 7 años ya desde que conocí al hombre de mi vida, y debo decir que es de estos casos en los que sabes con certeza que el amor será eterno.

Mi sobrino es competitivo, luchador, tozudo y noble. Mi sobrino es futbolista.

Mi sobrino es cariñoso, juguetón, divertido y travieso. Mi sobrino es un niño.

Mi sobrino es ese que te ve aparecer en la puerta del colegio y de un salto se encaloma en tus brazos dándote un abrazo. Es el que cuando te ve en una salida del colegio, y sabe que no se puede mover de la fila te llama con urgencia, te da un beso y sigue su camino. Besos rápidos, porque es inquieto y fuertes, porque tiene que derrochar todo el amor que lleva dentro a puñados.

Mi sobrino llora por las injusticias, perdona rápido y ayuda siempre.

Recuerdo cuando tenía dos o tres años, que nos vio pasar a su tío y a mí con nuestro grupo scout, yo cargaba con un palo. Vino corriendo tras de mi, sujetó el otro extremo del palo y me dijo: "Yo te ayudo".

Mi sobrino es el que entra por la puerta de los bares a los que solemos ir a comer y sabe ya, casi en la esquina, lo que va a comer; especialmente si las opciones incluyen Huevos Fritos con Patatas y Jamón.


Hace dos años me preguntaba los domingos: "¿Por qué no te quedas y esta semana no vas al cole?" Hoy en día lo hacen su hermana y su prima... yo me lo sigo preguntando... porque, si por mi fuese, me quedaba 7 años enteros a su lado.


Gran Abel, dicen que los 7 son la edad de la razón... solo acuérdate de una cosa: cuando le hagas hueco a esa razón, no saques ni un pedacito de todo el corazón que tienes.


Quien me diría a mí, ayer, mientras comía con mis hermanas, que hace 7 años, un día como hoy, conocería al amor de mi vida.

miércoles, 29 de abril de 2015

No me leas

Hoy es la primera vez que escribo, esperando que no me leas... quizás porque si me leyeras sabrías que estoy muerta de miedo y sin embargo nunca me había sentido tan embriagada por la ilusión.

Espero que no leas que me encantan tus hoyuelos y me da pánico pensar en tus manos...

Espero que no leas que a veces busco tu foto y me quedo un rato contemplándola, porque eres muy bello aunque yo no te lo diga.

Espero que no sepas nunca, que no leas que me muero por escuchar tu voz antes de acostarme y que al abrir mis ojos por la mañana, ansío tus buenos días.


Espero que no leas que tengo mil planes en mi cabeza, al lado de los pajaritos... que no piso el suelo... que floto en una constante y tonta alegría.

Tengo la tripa llena de orugas... a puntito de convertirse en mariposas... y tú eres la razón.

Pero, no querría que me leyeses, porque no quiero correr y tú eres una locomotora, no quiero que me leas, porque quiero hartarme de contemplar tu hoyuelo, porque quiero mirarme en tus ojos sin que sepas que no hay afición más deseable.


Espero que no me leas, porque si no sabrías que estoy muerta de miedo, por si algo sale mal...

Espero que no me leas, porque entonces sabrías que quiero irme lejos, pero contigo.

jueves, 9 de abril de 2015

Madrid-Bruselas.

Se conocieron en un vuelo Madrid-Bruselas. Ella tenía el 23A, él el 23B. Charlaron un rato… ella era de Toledo, él de Fuengirola. Ella viajaba por trabajo, él por placer. Él estaba casado con un amor de adolescencia que se había convertido en un cariño acompañante. Ella tenía un hijo diecisiete años menor, él siempre quiso una hija que nunca llegó. Ella tenía 25, él tenía 52. Eran diferentes… pero se cayeron bien. Se dieron los correos y comenzaron a chatear de cuando en cuando. Ella se convirtió en su consejera, él se convirtió en su ilusión. Sin saberlo tenían la receta para un amor platónico perfecto. Un sentimiento desbocado que no se sabía de donde nacía… distancia,  vidas opuestas, tiempos paralelos…. Todo lo necesario para no estar nunca juntos. Solo les faltaba una cosa, que él la correspondiera en su amor. 

martes, 7 de abril de 2015

Una carta a mi ahijada de 4 años.

Querida ahijada. 

Hoy quiero darte las gracias por aparecer en mi vida. Quiero agradecerte la luz, la vitalidad, la sonrisa. Quiero agradecerte que me enseñes tanto, es admirable ver un medio metro como tú siendo tan responsable. Quiero agradecerte que seas tan cabezona, tan tozuda y persistente... porque sé que sabes lo que quieres, que serás independiente, lista, que harás con tu vida lo que te de la gana; y eso me tranquiliza. 

Hace 4 años que llegaste a mi vida, ese día convertiste a mi sobrinito de dos años en hermano mayor; creo que compartirás mi opinión si te digo que se ha convertido en un gran hermano mayor... claro que tiene una estupenda hermana pequeña. Hace cuatro años que completaste nuestra gran familia, hace años no me hubiese creído que en una cocina tan grande como la nuestra no fuésemos a caber todos... y claro... tu hermano, tu prima, tú... somos 10 en casa! 

Te contaré un secreto, pequeña hada, cada vez que me das la mano me recorre un escalofrío por la espalda, creo que nunca me acostumbraré a tu calor, a tu amor, a tu magia.  No te sorprendas, es normal... tengo una extraña adicción a tus abrazos, a como te enroscas en el cuello e impregnas el mundo con tu olor...

Pero ¿Sabes cual es mi verdadera afición? Mirarte, sentirte tan cerca, verte crecer, bailar, cantar, posar en las fotos (divina se nace, mi amor) , hacer carantoñas y gracias, ganarte la simpatía de la gente... Consigues lo que te da la gana de quien quieres... eres peligrosamente lista. 

Te adoro, mi luz, te adoro. 
Feliz cuarto cumpleaños. 

miércoles, 18 de marzo de 2015

La leyenda de Caperucita. Secuelas de perderseV (fin)

Caperucita y el Lobo vivieron su historia, eso nadie lo puede negar. Cada uno había encontrado su lugar al lado del otro, podían vivir solos, pero todo era mejor cuando estaban juntos. Tuvieron sus problemillas, mil veces pensó Caperucita que enamorarse del Lobo era la mayor locura que había cometido en su vida y hasta un tiempo después no fue capaz de aceptar que prefería volverse loca y amar con locura que estar cuerda… porque su Lobo era libre y las cuerdas atan. Mil veces pensó Caperucita que el Lobo no la podría amar nunca como ella lo amaba a Él, porque ella  tenía el corazón de la chica de falda y tacones que un día había sido, y el Lobo era Lobo de corazón también.
Sin embargo, también fueron mil veces las que el Lobo le demostró su amor, un amor más salvaje, más natural y más puro que el que cualquier humano podría mostrarle a Caperucita. Él era el Lobo alfa de la madriguera y sin embargo a su lado se volvía cachorro. Ella se sentía completamente protegida a su lado. Caperucita y el Lobo se complementaban, porque siempre estuvieron buscándose.  
Lucharon  juntos por esa relación en la que creían, los hombres seguían buscando a Caperucita… y ellos se adentraban cada vez más en la profundidad del bosque. Se amaban.

Cada noche, el Lobo subía a lo alto del monte y aullaba a la luna… dando gracias por tener a Caperucita. Los hombres temían ese aullido y la lobita cobriza solo podía dormirse cuando lo escuchaba desde su rincón en la madriguera.  

miércoles, 11 de marzo de 2015

Fue una tarde de domingo

Estoy tomando un café con una amiga. La cafetería es preciosa, sillones de terciopelo y un piano de cola al fondo, las paredes tienen un tono rosáceo y el techo un dibujo que imita un cielo claro... solo faltan los angelitos rondando para pensar en el paraíso.
El café humeante recorre mi boca y me deja ese sabor tan característico, me encanta el sabor que deja el café sobre mi lengua. Baja por mi garganta llenando mi cuerpo de calor.
Mi amiga me cuenta su día a día mientras da sorbos a su café... la escucho con cierta indiferencia... hoy tengo la cabeza en otra parte... Me sorprende lo diferentes que podemos llegar a ser, ella con sus zapatos planos de charol y su camisa de cuadritos, sus pantalones vaqueros y el pelo cortito. Yo llevo una falda de vuelo con un estampado lleno de mariposas, una blusa de seda rosa palo abotonada por delante y unas medias de rejilla color beige, botines de tacón y una coleta alta de caballo que recoge mi melena.
El camarero pasea con tranquilidad, por su edad podría decirse que estaba aquí antes de que abriesen el lugar. Apenas hay nadie en el local, un par de señoras mayores al fondo y un señor acompañado por su bastón que bebe con lentitud un coñac en la barra.

Son las siete de la tarde y sé que esta noche me costará dormir, los domingos siempre me cuesta. Ella me pregunta por mi día y le cuento sin demasiados detalles; mi vida es bastante monótona desde hace tiempo... necesito un cambio.

Un hombre entra por la puerta, es alto y atractivo, tiene los ojos marrones y el pelo algo canoso, las cejas espesas y los labios finos, me gusta su nariz. Me fijo en sus manos, las tiene pequeñas y aparentemente suaves. Se acerca a la barra y pide un descafeinado. Se da la vuelta y mira hacia nuestra mesa, sonríe y veo que mi amiga le devuelve la sonrisa... ¿Se conocen?
Se acercan y mi amiga se levanta a saludarlo, charlan y lo invita a sentarse con nosotras, yo estoy de pie y él me mira.
-Me llamo Andrés, Encantado.
-Igualmente, yo soy Erytheia.

jueves, 5 de marzo de 2015

Bendita amargura.

Al ritmo de los tacones el vaivén de su coleta caminaba a casa. Él la esperaba en el portal. Un beso largo en los labios, largo como el tiempo cuando estaban separados. El ascensor siempre era peligrosamente apetecible si la acompañaba su aroma. Ponerse cómoda mientras la cafetera comenzaba a funcionar. Descafeinado solo para él, con leche y cuatro de azúcar para ella. ¿Como puedes beber tanta amargura? ¿Es el café el secreto de tu dulzura?  

920 veces había visto ella Pretty Woman en televisión y hoy no le hacía caso al aparato. Julia roberts de compras y ella contemplando muda el perfil que la acompañaba en el sofá. Una mano apretó su pierna con ternura, un brazo pasó por su hombro y acarició su nuca. Un beso en los labios... uno y un millón. Sabía a café.

Las sabanas desordenadas cuando se levantaron a cenar. ¿Sushi? Siempre. Una mirada cómplice mientras al otro lado del teléfono le tomaban la comanda. Ella servía vino blanco, comía aceitunas. El señor del restaurante tardó demasiado poco en llegar... apenas habían tirado los cojines del sofá al suelo cuando llamaron al timbre. 

La cena se eternizó, arremolinados en la alfombra del salón acabaron los postres comiendo(se). 

La cama ganó la partida, ante una luna envidiosa que quiso adelantar el nuevo día. 

miércoles, 4 de marzo de 2015

La leyenda de Caperucita. Secuelas de perderse IV. (Los espejos)

Había días en los que el Lobo llevaba a Caperucita de excursión. Un día ambos partieron a un lugar recóndito que pocos seres conocían. Caperucita quedó extasiada ante la belleza de la cueva de los espejos. La cueva de los espejos era el refugio del Lobo... porque aquella cueva suya no era solo un lugar en el que pequeños cristales incrustados en el techo formaban el más maravilloso falso cielo jamás visto, esa cueva no era solo un lugar en el que crecían las estalactitas y se refugiaban las auroras boreales reflejadas en el manantial que nacía de su subsuelo, aquel lugar no era solo el paraje más maravilloso que Caperucita había visto jamás... La realidad no era comparable a su infinita belleza, pero esa belleza era a su vez incomparable con el secreto que escondía.

El Lobo, tras dejar que caperucita contemplase hasta saciarse la maravilla que mostraba la cueva, le indicó con un gesto que se acercase a la roca enorme en la que la Loba de pelo cobrizo en el que Caperucita se había convertido, se veía reflejada. Fue entonces cuando Caperucita vio la verdadera maravilla de esa cueva. Reflejada en esa roca, vio como un halo de color la rodeaba... son sentimientos, son tus propios sentimientos... le dijo el Lobo a la lobita asombrada. Caperucita vio como el Lobo también tenía un halo de color si miraba su reflejo en la roca. El halo que cubría al Lobo era inmenso, tan grande que toda la superficie de la roca era color. ¿Era el corazón del Lobo? Ella estaba segura de que el Lobo tenía un corazón enorme, lo había comprobado en muchas de sus acciones, pero... ¿Podía ese halo reflejarse? Los colores oscuros simbolizan dolor... ¿Tanto dolor? ¿Tanta alegría a su vez?  El Lobo corrigió sus dudas. Desde cachorro, absorbo  los sentimientos ajenos y este espejo, refleja no solo mis propios sentimientos, sino también los de todos aquellos seres que se han cruzado en mi camino. 

El tono rojo más cercano a mi lomo, es el amor recibido Caperucita. 

martes, 3 de marzo de 2015

Benditas mañanas

Me desperté al oirlo levantarse... esa costumbre suya de inaugurar cada mañana las calles... si aún era de noche! Cerré los ojos al ver que se acercaba a mí, me besó la frente y los labios con una delicadeza infinita. Lo escuché trastear en el baño y lo imaginé saliendo con su ropa de deporte. Me quedé muy quieta cuando de nuevo se acercó a besarme antes de irse. "te quiero" le escuché decir en un susurro quedo, por miedo a despertarme... a mí, que solo la ausencia de su aroma me quitaba el sueño... "Y yo a ti, cuidate", pensé mientras lo veía marchar. Cuando volvió yo llevaba ya bastante rato dormida de nuevo. Esta vez entró dispuesto a despertarme. Me besó con más ganas y más fuerza que antes, como si fuese el último beso que me iba a dar. Me susurró al oido "anda dormilona, vamos a ducharnos..." Remoloneé unos segundos antes de ir a su encuentro. ¿Dormilona? No eran ni las ocho...
Cuando acabé de vestirme el estaba sentado ya con su traje tomando café. "¿Qué piensas hacer toda la mañana? ¿No te aburre librar los lunes?" Me dijo con cierto tono de envidia... "Pienso descansar, yo que puedo." Le dije mientras el imitaba un gruñido. Rompí a reir mientras me servía el café. Me senté junto a él hasta que tuvo que irse a trabajar.

A las dos y media lo llamé:
- ¿Donde estás?
-Cruzando el portal.
-Vale, gracias.

La sorpresa que le había preparado durante toda la mañana es otra historia diferente.

miércoles, 25 de febrero de 2015

El arte de contar

Cuando el arte nació, no fue para que el artista pudiese sentirse realizado, las pinturas rupestres no eran para que se admirase al artista, si no para transmitir. El arte implica transmitir conceptos. Artista es aquella persona que cuenta una verdad y te toca con su obra el corazón. Aquella persona que cambia el ritmo de tus latidos, en cierto modo, es aquella persona que cambia el mundo. 

Yo conocí una vez un artista, un artista salvaje que contaba su verdad desde el bosque... Ese artista a veces me recordaba al Lobo de Caperucita, que la embelesó hasta ganársela. Este artista hacía eso con su verdad. Contaba experiencias, contaba vivencias y en tres palabras se ganaba tu corazón. Era primitivo, salvaje y su mejor instrumento eran los puntos suspensivos... 

El artista se refugiaba en una cueva y de vez en cuando recibía visitas a las que invitaba a café descafeinado y galletas de chocolate. Desde la cueva, el artista, que era un sabio, realizaba su obra... palabras, fotografías, pintura, vídeos... no había casi nada que él no supiese hacer. Se hacía llamar solitario, pero le encantaban las visitas. Yo alguna vez me paseaba por el bosque y aparecía allí para merendar... me sentaba cerca suya y entre café y café le hacía mil preguntas... siempre que me iba me regalaba una pequeña obra de arte y un beso en la frente como despedida. 

Un día vi movimiento en el bosque... algo raro pasaba... estaban cambiando cosas de sitio y cuando quise darme cuenta estaban destruyendo la cueva... Él podía quedarse, pero aceptando que la cueva tuviese otra entrada, otra distribución e incluso horario de acceso restringido al público... El artista se había convertido en una atracción en manos de quienes no apreciaban su obra. 

El artista, que era salvaje y primitivo recorrió el bosque entero, él no aceptaba normas, él no respondía ante nadie... le dolía dejar su antigua cueva, pero se instalaría en una nueva si no le dejaban seguir como hasta entonces. 

No descansó hasta encontrar una cueva acorde a sus gustos, y después venía la parte más difícil, trasladar cada una de sus obras de una cueva a otra. Yo sabía que el artista se rendiría el día que yo dejase de hacerme preguntas, porque él jamás podría dejar de trasmitir, de crear, él siempre sería artista.

lunes, 23 de febrero de 2015

Pensamiento magico-pendejo

Este vídeo cambiara la perspectiva con la que veías la vida.: http://youtu.be/q2v0mBG7xmY

Yo soy muy partidaria de eso del querer es poder... pero este video me ha gustado. El pensamiento mágico pendejo... cambiar el positivismo y el ser felices por narices por el esfuerzo, el apechugar y el salir adelante. Me gusta... si no, no lo compartiría .

domingo, 8 de febrero de 2015

Benditos domingos.

Toc-toc-toc-toc. El sonido de mis tacones parecía acompasarse a mi respiración. Estaba cansada y feliz, era domingo por la tarde y me dirigía a su casa. Tenía el lunes libre. Escuchaba el mar de fondo, las olas rompiendo contra las rocas y en la noche, el cielo destacaba por su color rojizo... Al llegar a la puerta ajusté mi coleta y la desenredé con los dedos. Alisé las arrugas inexistentes de mi falda y me mordí los labios con suavidad. Toqué el timbre y esperé, balanceándome un poco sobre mi misma, ansiosa por verlo. Abrió la puerta y me agarré a su cuello. Me encantaba su aroma, mezclarlo con el mío, sentirlo en mi ropa cuando llegaba a casa.  Me alzó en vuelo mientras yo dejaba caer la bolsa al suelo y me besó con ternura. Llegué a mi hogar.  

Me invitó a ducharme mientras él terminaba de hacer la cena. Salí con un camisón de tirantes, por encima de las rodillas y el pelo húmedo, cuando él aún estaba en la cocina. Lo agarré fuerte por la cintura y besé su cuello. Se giró y me devolvió el beso mientras al oído me decía que fuese a secarme el pelo, que ya estaba la cena casi lista. Fui al salón y puse música, entre toda su música clásica encontré algo de jazz. Cenamos uno frente a otro, él servía y yo me dejaba mimar. Al terminar él fue a cambiarse mientras yo recogía la cocina. Apareció con un pantalón de pijama y olor a frescura. Me besó y me puso en los labios una onza de chocolate. Nos arremolinamos en el sofá tan unidos que casi parecíamos uno. El hacía cosquillas en mis brazos, yo, sujeta a su cuello, jugaba con su pelo. 

Sin previo aviso me cogió en volandas. Acabamos con las sabanas desordenadas...

Benditos domingos. 

La leyenda de caperucita. Secuelas de perderse III

Caperucita se sentía perdida entre tanta gente... No se podía quejar, se sentía arropada entre humanos, esos habían sido sus orígenes, pero... después de haber descubierto la madriguera, se sentía más loba que otra cosa, y lo echaba de menos.

Deambulaba por las calles sin saber muy bien que hacer... más de una vez pensó en volver al bosque pero, el lobo se había ido ¿No? entonces, ¿De qué valía volver? se quedaba siempre a las puertas del bosque, sin querer adentrarse.

Hasta que, un día, en uno de sus paseos, escuchó un aullido... ese aullido del Lobo que recordaba su libertad; y no se lo pensó. Corrió bosque adentro y a ciegas se encontró con el Lobo. Abrazó su pelaje y se desprendió del disfraz de humana que había vestido. Se sintió libre al descalzarse... volvió a brillar su pelaje cobrizo.

"No te vayas nunca más" pensó Caperucita... "nunca me dejes sola"


viernes, 6 de febrero de 2015

La sirenita en el mar de sus ojos.

Hoy he comprendido eso que me decían de niña mis tíos: "Cuando creceis, nos hacéis viejos a nosotros." Hoy me he sentido vieja al levantarme y caer en la cuenta de que era seis de febrero. ¿Cómo puede ser que mi sobrina, una de las dos pequeñas cumpla cuatro años? Si cuando nació yo tenía los quince recién cumplidos!

Sé que algunos que me leen y me conocen desde que nací se estarán acordando de mi cuando digo que me siento vieja: Para ellos: Este año cumplo 20. 

El nacimiento de mi sobri es uno de los recuerdos que tengo más claros. Verla tan gordita y tan guapa con solo dos días... que fuese hija de mi hermana la segunda y no de la mayor... el momento, la forma. 

Mi sobri nació para ser sirena, sirena en el mar de sus ojos, sirena valiente que no teme a nada, que se hace notar, sirena que exige lo que quiere. 

Mi sirenita es inteligente, es lista, es buena y es preciosa. Es importante.

Pero hoy mi sirenita pasa a esa edad en la que de verdad se convierte en una niña, ya no le queda nada de bebe. Ahora es una peligrosa personita con ideas propias, que me tiene loca y me hace vieja. 

Hace un año le escribía mil cuentos solo para ella.

Hoy quiero que sepa que siempre tendrá mis cuentos, que la quiero muchísimo y que podrá contar conmigo para todo, menos para echarse de menos. 

Recuerda sirenita: Eres buena, eres lista, eres importante.

Feliz cuarto cumpleaños.

y gracias por ser parte de las ALAs que me ayudan a volar. 


miércoles, 4 de febrero de 2015

Días chungos.

Primera aclaración. Las que vamos de princesas también tenemos días chungos... bueno chungos no... ¡NEFASTOS!

El otro día leía una taza... (porque ahora las tazas también se leen) cuyo mensaje decía: "Las princesas también nos hartamos de tanto cuento..." 

Pues eso, hoy he tenido uno de esos días en los que al principio dices ¿Está la gente como más estúpida, no? y ya después te das cuenta de que no, de que la que está irritada eres tú misma...

Ejemplo: Mi vecino ha puesto un despertador a las cinco y lo ha repetido a las seis...... quien lo entienda por favor que me lo explique. 

Así que bueno, el día mejor no relatarlo... pero claro, un día malo no quita que una deje de lado sus manías... así que me he puesto a bichear un poco por internet (quien me conoce sabe que yo curiosa poco) y me he encontrado este video. 


Para las princesas y príncipes hartos de cuentos y para los que hoy se han encontrado en su radio a más idiotas de lo normal.

Ceci.

PD. Este blog cada vez tiene menos cuentos... lo siento... para un sitio en el que mando... es lo que hay. 

jueves, 29 de enero de 2015

La leyenda de Caperucita. Secuelas de perderse. II

Estoy muy cansada... Llevo unos días muy cansada. Prometo que esta semana está siendo tranquila... y en cierto modo maravillosa. Confiar en una amiga siempre es precioso y esta semana he tenido mucha de esa confianza, de ese amor que solo una amiga sabe dar.

Creo que hoy es el día de continuar la historia de Caperucita...

Es cierto, cuando Caperucita conoció al Lobo se descalzó... no necesitaba sentirse grande... caminó a su lado y se apoyó sobre él. Sin embargo, cuando la chica estaba adaptada a la madriguera, el lobo tuvo que salir a cazar... ese día Caperucita dormía y nadie la avisó... cuando despertó, se encontró completamente sola... Sintió la necesidad de volver a calzarse los zapatos de tacón, de ponerse su falda de vuelo y volver con los humanos... disfrazada de lo que había sido volvió... pero por dentro, la loba de pelo cobrizo en la que se había convertido aullaba lamentándose de la desaparición del lobo...

...

¿Volvió caperucita a encontrarse con su amigo?


...

martes, 27 de enero de 2015

Las almas gemelas

Hay veces que una persona entra en tu vida por la puerta grande. Personas que llegan sin billete de vuelta y con la certeza de que el universo quería que ps cruzaseis.

Yo tengo una amiga... una amiguisima que llegó así. El día que nos conocimos, después de nuestra primera clase juntas, fuimos a desayunar y ante la infernal máquina de la cafetería, mi prudencia y mi madurez completamente racional le dijeron a esa chica, que en su momento era una completa desconocida: ¿Puedes meter tu el billete? No quiero que la máquina me coma la mano" Cualquiera hubiese huido... ella dice que en ese momento supo que tendría que cuidar de mí.... aún no ha dejado de hacerlo.

Esta amiguisima mía es amante de las tortugas... y a la vez, la persona más valiente del mundo.

Es una estrella... de esas personas que ves y dices: es maravillosa. De esas personas que escuchas hablar y dices: Es definitivamente brillante.

Hoy, haciendo uso de esos poderes estelares de hada madrina que tiene, ha cumplido uno de mis deseos.  Y le estoy infinitamente agradecida. Es precioso saber que ella estará siempre, para apoyarme, abrazarme, bajarme de las nubes, sacarme de mis hoyos y si hace falta pegarme una patada en el culo que me haga avanzar.

Dicen que quienes merecen estar en tu vida son aquellas personas capaces de lidiar con tus infiernos.... Los míos son un poco trastero... a veces ni yo sé donde está cada cosa... pero ella baja, los ordena y después me lleva a comer por ahí...

El 28 de Enero es su cumpleaños. Y además de felicitarla, quiero que sepa que la adoro... que cuando sea GRANDE  y ojo, digo GRAAAANDE  quisiera ser como ella.

Preciosa ya sabes. GRACIAS POR SER, POR ESTAR, POR EXISTIR.

Te adoro.

viernes, 23 de enero de 2015

El mar

Una amiga muy sabia me decía un día que quienes tenemos el mar cerca no sabemos apreciarlo... hoy comprendo su frase.

En el mar empieza el mundo, la vida, la libertad, la felicidad... y como el mar no hay nada en este mundo.

Un maestro... un amigo siempre recuerda esta frase de Cristobal Colón... que razón.

Hoy vuelvo a mi mar... hoy me siento cerca del cielo.

miércoles, 21 de enero de 2015

Las puertas entre abiertas

Yo no suelo compartir videos en este espacio... creo que es la primera vez que lo hago.

Pero este es diferente.

Siempre hablo de ponerle corazón a la vida y a veces... no me lo creo ni yo. El que dirán, el bueno o malo, lo que será mejor... siempre están en mi cabecita tozuda... pero

Hoy me comprometo a dejar las puertas entre abiertas, a no pensar tanto y a sentir más. A ser un poquillo más feliz.

¿BUSCAR O DESCUBRIR? | Las puertas entreabiertas: http://youtu.be/ftsftT0sJX8

Siempre más y mejor.

Ceci.

domingo, 18 de enero de 2015

Sería el corazón... que no da motivos.

Creo que eran sus ojos... esa mirada penetrante que se clavaba en el fondo de mi misma, que centraba el mundo en sus pupilas.

O quizás fuese su boca... el labio fino superior y el inferior algo más grueso... la dentadura blanca impoluta, la alineación perfecta de cada pieza. O ese beso que vivía en la comisura izquierda de su sonrisa.

O sus manos... pequeñas y suaves, firmes, tranquilas... protectoras al fin y al cabo

También podría haber sido su nariz... que sí! Que las narices aguileñas también tienen su encanto... que son interesantes.

La barba... definitivamente era la barba... pero... también me gustaba su piel afeitada.

No... seguramente fuera su forma de expresarse, su seguridad, su protecciòn, la forma de mirarme, hablar, agarrarse la barbilla con dos dedos, tensionar por segundos la mandíbula y peinar con la mano su pelo...

Bueno... al fin y al cabo... no me había fijado tanto como para estar segura de que era... pero había algo... alguna característica... alguna maldita razón, por la que yo no podía apartarlo de mi mente.

sábado, 17 de enero de 2015

Cambiar el mundo

Como se nota que tengo que estudiar... no para de darme vueltas la cabecilla... y claro... aquí estoy otra vez.

Esta noche quiero contar algo que no es mìo pero... compartir es vivir... y esto es necesario ser compartido.

El primer día de clase uno de nuestros profesores nos contó esta historia.

Una mujer tenía una niña de tres añitos, a la que cada vez que se iba a trabajar le decía que iba a "arreglar el mundo". Un día se tuvo que llevar a su niña al trabajo y buscando como entretener a la cría encontró en la hoja de una revista el mapa del mundo. La madre lo recortò como si de un puzzle se tratase y se lo dio a la niña, pensando que la pequeña no sabía siquiera los países y eso la tendría toda la mañana ocupada.
No había pasado media hora cuando la niña le dijo a su madre " mama, yo ya he arreglado el mundo". Efectivamente la niña había completado el improvisado puzzle, a la perfección. La mujer no salía de su asombro y buscó como su niña había sido capaz de resolver el puzzle con tanta rapidez.  De repente descubrió que, tras el mapa del mundo, en la revista se mostraba la cara de una persona.


A veces, cambiar el mundo es sìmplemente conseguir con tus acciones que a una persona le lata el corazón a un ritmo diferente. 

miércoles, 14 de enero de 2015

La leyenda de Caperucita, secuelas de perderse.

Esta dejadez no tiene perdón... En estos casos la gente suele decir que es que tiene la cabeza donde no debe, pero la verdad es que precisamente estoy donde debo estar. Con la cabeza en la facultad... ESTAMOS DE EXÁMENES!
Aún así hoy quería mentir un rato... ¿Donde mejor que aquí?
Hace años una chica vestida de rojo se adentró en el bosque para visitar a su abuela... ella ya había tenido una experiencia regulera con un Lobo... pero ya no era una niña con caperuza y estaba segura de que no se perdería en el bosque.
Falda de vuelo, botines con algo de tacón y una capa de las que ahora están de moda. La chica que era más mayor de lo que se sentía y más pequeña de lo que mostraba cara a la galería se echó en la mochila un tarro de miel, un kilo de fresas y un termo de café. En la mano derecha una bandeja de pasteles... chocolate, tocino de cielo, palmeritas y borrachos.
Visitar el bosque no es sencillo... la abuela debería ir buscando un pisito en el centro, ya no está para estos trotes.... en eso iba pensando la chica cuando se dio cuenta de que se había desviado del camino... y no sabía como regresar.
El humano es el único que tropieza dos veces con la misma piedra... "Seré idiota!"
Un ruido... unos pasos... un brillo... y por detrás pelaje sigiloso que se mueve... "no no no... el Lobo no por favor!"
Un Lobo... y ella sola y perdida.
Un aullido, una mirada... ¿Ternura en los ojos del Lobo?
Valiente ella se acercó y le tendió la mano... él levantó la cabeza y ella con prudencia acarició el pelaje de su cuello. El Lobo se lo permitió y ella, más tranquila se sentó a su lado... Estaba cansada.
Cuando despertó, el Lobo la rodeaba protegida, haciendo con su lomo una almohada. Caminaron juntos y se acompañaron durante el camino...
La abuela nunca volvió a ver a su nieta.
Cuenta la leyenda, que cuando en el bosque gritan el nombre de esa chica que fue Caperucita aparece una Loba de pelaje cobrizo.
¿Que porqué nadie cuenta esta versión?
Porque si los niños supiesen que Caperucita encontró su hogar en la manada del Lobo, no habría manera de asustarlos