Las personas fuertes son como las tortugas, tienen un caparazón exterior que las protege de forma aparente, pero, por dentro son blandas y los golpes les duelen; como a todos. No lo demuestran, no lo expresan y llega un momento en el que estallan como una tormenta. Arrasan con todo, sienten que se les va a hundir el mundo y quieren que el universo se acabe.
Lo sé porque tengo una de las personas más fuertes que conozco siempre conmigo, siempre a mi lado, siempre presente en pensamiento y corazón. A ella decirle que no está sola, que cuando llueva compartiremos paraguas y cuando brille el sol iremos juntas a la playa, que voy a estar a las buenas y a las malas, igual que estuvo ella cuando yo lo pasé mal. Que la quiero, que la quiero muchísimo y que sueñe, porque será el primer paso para que los sueños se hagan realidad.
Felices treinta SúperE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario