La niña que regalaba sonrisas
tiene miedo a no ser feliz.
La ranita cantarina
teme quedarse muda.
La niña que se hace mujer
teme a la soledad
se da de boca contra la realidad
y no le gusta como sabe,
se le olvidan los cuentos
y siente que ya no se los recordará nadie.
Las nubes no siempre
huelen a caramelo
La vida no siempre
tiene sabor a cuento.
La niña está confusa
no quiere creer la verdad
teme a lo nuevo
teme no poder,
alcanzar su felicidad.
La niña ha dejado
de ser inmortal.
2 comentarios:
Y que nunca nadie pueda cortarme las alas ¿No era así?
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