viernes, 20 de mayo de 2016

La exploradora

Desde muy prqueña ella había sido exploradora. Le gustaba salir al jardín a buscar hadas,  nombrar las flores, observar a los animales y descubrir sitios nuevos. Le gustaba también correr, jugar y saltar... descubrir cada minuto de la vida.

Cuando creció siguió siendo exploradora. Ella no podía dejar de descubrir, quería aprender, quería ser mejor.

Un día le propusieron una misión super importante, muy lejana y un poco peligrosa. Ella, que era valiente e inteligente pensó bien en todas las opciones y decidió que tenía que aceptar la misión. ¡Era una oportunidad única para aprender cosas nuevas!

Cogió el coche y llegó al aeropuerto, llevaba una maleta roja llena de instrumentos para la investigación. Cuando el coche avión despegó sintió cosquillas en su barriga, estaba muy emocionada.

Al poner los pies en la isla, respiró el aire y se sintió fuerte. Ahí comenzaba su misión. Preparó el campamento. Jna tienda de campaña, una zona para cocinar... y puso todas sus cosas en un lugar seguro. Cuando estuvo preparada salió a andar. Caminó muchas horas, viendo flores nuevas,  animales exóticos frutas diferentes.... Todo era nuevo, lleno de colores vivos.

Pasó en  la isla todo un mes. Se bañó en su mar, descubrió unos peces violeta a los que llamó violetinis nadadoris.  Descubrió un animal que era una mezcla entre un perro y un gato, pero con un cuerno de unicornio, al que doméstica y llamo Rosettis carlinus unicornium.  Un ave de plumas rosas y pico verde fue llamado Dianutis Angylinius

Pero su descubrimiento favorito fue una flor azul que olía a caramelo y que cuando la cortabas,  soltaba un jugo que mezclado con un poco de agua era el mejor refresco del mundo.

La exploradora,  después de tal hazaña se hizo muy famosa y le puso a la isla la primera letra de su nombre. M.

Felicidades M.



lunes, 9 de mayo de 2016

La bailarina de pies de plomo, el hada del espejo, las certezas, los caminos y crecer acompañados

Hay mil maneras de crecer...

Dicen que crecemos cuando nos cargamos de responsabilidades, qué ahí comenzamos a ser un poco adultos... cuando comenzamos a cargar

Dicen también que crecemos en cada caída, en cada fracaso, en cada aprendizaje.

Pero si yo tuviese que elegir una sola manera de crecer, me quedaría con ese crecimiento que te aporta cada risa que provocas en alguien a quien quieres, en ese crecimiento al sentirte segura y bonita, al romper miedos, vivir experiencias y sentirte llena.


Decirle a una niña que las hadas no existen, que es mayor para seguir buscándolas, es una falta de respeto enorme a la fe y a la razón. Que la niña se confunde, se niega y sus creencias se rompen... Guerras enteras ha habido por considerar que la fe de un pueblo era una falacia... pero sin embargo, no nos importa romper con la fe si hablamos del reino de la inocencia, del reino de la verdad, que se esconde en la cabeza de una niña que cree en las hadas.

Querida niña bella, querida hada que dejó de buscarse, que se perdió... no les creas, permíteme que te cante que las hadas existen. aunque quizás no vivan en las flores... aunque quizás se humanicen un poco para poder cumplir su misión; aunque vayan de vida en vida luchando por encontrarse, por no negarse...

Las hadas existen porque un hada es un ser que transmite magia sin querer, un hada es un ser que atrae, que llama, que busca... que da consejos y acierta... aunque en su interior reine una tristeza infinita.

Y por cada hada un guerrero, un san Jorge que cabalga, que nunca buscó hadas, porque supo que la magia tenía humanidad entre los poros, un guerrero que te da la mano, para que la tristeza no reine... para que seas un hada que revolotea a su alrededor... para agarrarte a veces la mano.... que las hadas se ponen de puntillas y ya tienen la cabeza en las nubes.

Yo te cedo mis linternas y mis canciones, que sé que tu certeza me abrirá el camino...

Niña que buscaba hadas bajo las flores, no busques en el jardín, busca en el espejo... que yo era una bailarina con pies de plomo...

...y tu me hiciste hada que flota al ritmo de una continua melodía.

Hada de nariz arrugada, tu llevas mis linternas, yo te sigo detrás.