lunes, 31 de octubre de 2011

Tengo un sueño

Tengo un sueño pintado de verde, color esperanza, color ilusión. Tengo un sueño pintado de rosa, color de lo dulce, color del amor. Tengo un sueño pintado de blanco, de blanco y azul, colores de paz y armonía. Tengo un sueño donde las miradas miran a los ojos y dicen la verdad, donde los besos no necesitan un porqué. Tengo un sueño cursi, cursi pero feliz. Tengo un sueño donde las sonrisas no esconden penas, demuestran felicidad. Tengo un sueño donde la gente se abraza, sonríe, salta, canta, baila. Donde da igual que sea Lunes porque todos los días las personas se levantan pensando que todo irá bien. Tengo un sueño donde la gente no piensa solo en cuando llegará el fin de semana y disfrutan del día sin importar como se llame. Tengo un sueño optimista que se ríe a carcajadas y espanta las lágrimas a cosquillas. Tengo un sueño donde la gente se quiere por ser como son y no por lo que querrían ser. Tengo un sueño pintado de acuarelas de colores donde cada color representa un día nuevo donde si llueve se baila bajo la lluvia y se canta cuando sale el sol. Tengo un sueño de un mundo donde las personas no tienen que aparentar y donde las cosas buenas siempre, siempre son verdad.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Reina

Reina, se fuerte, se valiente, se tu misma. Eres muy grande, aunque no quieras darte cuenta, eres muy valiente, más de lo que te imaginas. Tienes un mundo a tus pies, una vida por delante y quiero que confíes en ti, quiero que seas tu misma. No sabes lo bonita y lo viva que es tu sonrisa cuando te ríes con ganas.Reina, tu camino lo decides tú, reina tu vida es toda tuya. Mi niña, eres la risa escondida tras un disfraz triste. Y ese disfraz lo vas a descoser poco a poco, si piensas que no puedes, aquí tienes mis manos. Eres la luna en una noche nublada, soplale a las nubes y que se vayan si crees que no puedes aquí tienes mis pulmones. Eres una reina en un país escondido, donde solo tu decides que pasará mañana. Sueña, ríete, vive, enfréntate al mundo porque es todo lo bueno es tuyo. Reina eres inmensamente grande, eres más valiente de lo que te imaginas. Y cuando tengas miedo, recuerda que Ceci estará ahí para hacerte cosquillas y transformar tu terror en risas

martes, 25 de octubre de 2011

Hoy es tu comienzo.

Quiero mandarte un mensaje de suerte, que los comienzos siempre son duros, pero este es tu año y este va a ser el comienzo de una nueva vida. No te rindas ni siquiera cuando pienses que está todo perdido, no decaigas ni siquiera en los días malos, porque solo duran veinticuatro horas. Eres grande, eres increíble y desde que tengo memoria mi modelo a seguir. Este es el primer día del resto de tu vida. Junto a esa niña que tienes, que es lo más grande y los más bonito del mundo. Hoy sales con el motor apunto y nadie te va a parar. Hoy te toca comerte el mundo, hoy te toca ganar, hoy te toca vivir a ti, hoy te toca ser feliz. Suerte, suerte, suerte y recuerda que Ceci siempre estará aquí.

lunes, 24 de octubre de 2011

La luna

La luna me guiña un ojo, cuando me siento a mirarla y le cuento mis secretos, no se si me comprende o se ríe de mis historias de niña. Las estrellas se que me comprenden, no se como pero lo sé, quizás porque como yo son más pequeñitas. La luna me guiña un ojo y yo le canto canciones de amor, donde las que se enamoran son chicas como yo. Yo no me enamoro, o si me enamoro no me doy cuenta, pero no siento nada, quizás aún no he aprendido a sentir el amor. Cuando tengo sueños malos, en los que nadie es feliz, la luna me acuna y entonces me siento pequeña, aún más pequeña. La luna me mira, me mira y sonríe, después desaparece en el mar sale el sol y todo lo que viví desaparece.

jueves, 20 de octubre de 2011

Por eso rompí mi vida

-¿Por qué estáis aquí?- preguntó Marta.

Todas sabíamos su motivo, pero ¿y los nuestros? eran secretos, que se deberían ir descubriendo con el paso del tiempo, y todas lo sabíamos. Empezamos a contar, desvelamos nuestro pasado, y poco a poco, la cuádruple habitación del internado se fue llenando de historias.

- Mi madrastra, cuando mi padre murió, empezó a creerse las películas de Walt Disney, me obligó a dejar el instituto y empecé a ser su cenicienta, me pegaba .- dijo Andrea con los ojos llorosos.
- Mis padres, no tenían dinero para mantenerme, y empezaron a traficar con drogas, hasta que se engancharon y me perdieron.- dije yo. - por eso no los veo.
-Yo no la quiero ver. Maldita bruja. - contestó Andrea con rabia.
- Solo faltas tu, Alejandra.- dijo Marta, siempre un poco bocazas.
- ¿y a vosotras? ¿Qué c... os importa?
- Tranquila, Ale, si no quieres contarlo, no pasa nada. Pero no te pongas así.
- Okey, perdón, me cuesta contarlo, me duele recordarlo. Pero, bueno, es justo que lo cuente. Al contrario que vosotras, fui yo misma la que se metió aquí, mis padres no tienen la culpa, es más, vosotras los conocéis, vienen a verme.

- Si.

- Bueno , pues... Cuando entré en secundaria, me enamoré de un chico muy guapo del colegio, pero era de lo peorcito, repetidor y de la banda de "chicos malos" del "cole". Tuve la suerte, o la desgracia de que se fijara en mi. En poco tiempo empecé a salir con su panda. Pero, claro, salir con ellos significaba hacer lo que ellos. Paraban en un descampado en los suburbios, se sentaban tras unos bidones y unos coches oxidados, a hablar y a beber, al principio yo no bebía, pero el me convenció. Empecé a beber, a llegar tarde, y mi rutina siempre era la misma. Iba a clase, cuando iba, salía y comía con mis padres, me cambiaba, y me iba con ellos. Una vez allí, me besaba con el. Me emborrachaba, tomaba otras sustancias además de alcohol, mezclaba bebidas. Al llegar a casa, intentaba no hacer ruido, me iba al baño, lo agarraba abrazándolo, y vomitaba. Me acostaba, y la cama daba vueltas, me agarraba a la mesilla, pisaba el suelo, como queriendo encontrar un freno, me caía, y me quedaba dormida en el suelo. Mi madre nunca me descubría, había aprendido a vomitar y acostarme si n hacer ruido, era toda una experta en el disimulo. Empecé a mentir. Ellos se levantaban y se iban mucho antes que yo, nunca veían si me levantaba para ir a clase.

Cada vez faltaba más a clase, cada vez vomitaba más callada, cada vez mezclaba más cosas. El me enseñó donde conseguía la droga, donde compraba el tabaco , el alcohol... Un día, estábamos allí, bebidos, todos, cuando, el, se cayó, se cayó bocabajo, sobre unos cristales, uno de ellos se le incrustó en el ojo, llamé a la ambulancia. El perdió la vista, y en una semana, también la vida. Empecé a vestir de negro, empecé a ir al cementerio a verlo todos los días, allí, bebía y fumaba por él y por mí. Un día, me desmallé bebiendo. Me encontré en el Hospital. Mis padres estaban a mi lado e intentaron ayudarme desde casa. No fue posible, así que creyeron que lo mejor era meterme interna aquí, lejos de todo, sería mejor. Y la verdad. Tenían razón. Me ayudaron tanto...

Por eso estoy aquí, por eso rompí mi vida.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Darte las gracias y decir que te quiero.

Hay días en los que piensas que nada merece la pena, que de qué sirve luchar, días en los que por algo muy tonto te quieres rendir, y te sientes hundida, perdida, sola. Días en los que parece que todo se va a la mierda, días en los que mandarías todo a la mierda.
Que se vayan, que se vayan esos sentimientos de dentro de mi, que mi tristeza tonta e incomprensible se vea rota por una sonrisa, por un abrazo. Ganar confianza, ganar fuerza, ganar alegría, ganar energía, que el mundo sea mio de nuevo. Romper con las pena, echar las lágrimas al mar y que se pierdan, comprar un billete de tren y mandar al fin del mundo la tristeza. Recargar baterías, poner el motor a punto, sentirme bien de nuevo, verlo todo claro otra vez. Llamar a quien más quiero solo para recordárselo, tomar café con alguien y aprender mucho hablando de nada. Llamar a mi niño y contarle un cuento, llamar a mis niñas y cantarles una canción, acordarme de ella y contárselo todo al cielo, para que las estrellas le envíen mi mensaje. Cantar, soñar despierta de nuevo, no dejar que el mundo se pare, solo por mis miedos, que mis tristeza pequeña madure en una inmensa alegría. Darte las gracias y decir que te quiero

sábado, 15 de octubre de 2011

A mi Coba y su niña Teresa

Hoy, es un día muy importante, hoy va a nacer una niña en Madrid, con alma gaditana, una niña hecha de olas del mar y rocas de las montañas, esa niña tiene suerte, suerte porque tiene un padre que es un sol y una madre, que es mejor todavía (los genes tiran, lo siento) Pero es que además, esta niña, va a tener un abuelo como pocos, un abuelo que es un artista, que tiene un corazón enorme y una poca vergüenza que es casi igual, un abuelo que la esperaba ansioso, un abuelo que la va a mimar demasiado, que le va a dar todo lo que le pida, porque los abuelos son así y más si los nietos están lejos. Mi coba, mi queridísimo coba va a ser abuelo, y ahora va a tener una niña más de sus ojos, otra mujer más en su vida. En estos casos, con gente tan grande, tan especial, no se sabe si felicitar a la criatura o a su familia. Así que al Coba, a los papis, a los tíos, a toda la familia, enhorabuena, porque sin haberla visto estoy segura de que será preciosa. Y a ti Teresa, pequeñaja, no se si felicitarte o admirarte por el atino que has tenido naciendo en esa familia, con esos padres y con ese pedazo de abuelo.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Tania y Eva, Astronautas.

Alex y Pablete han vuelto a pasarse por aquí para contar una nueva historia. Les dejo la palabra, para que dejen volar de nuevo su imaginación.


Tania y Eva quieren ser astronautas, cada día se tumban en el suelo del patio del cole a ver el cielo y sueñan que surcan las estrellas, ellas dicen que las ven, aunque a la hora del recreo las estrellas se hayan ido a dormir. Por las noches Tania y Eva cuando están en sus camitas calentitas piden a su mamá o a su papá que les cuente un cuento, un cuento de mundos diferentes y extraterrestres verdes de un solo ojo. Después Tania y Eva se quedan dormidas y sueñan con el cuento. El otro día, se quedaron dormidas oyendo un cuento precioso, en el cuento, su papá les contaba como habían despegado en una nave espacial roja y plateada. Entonces, aterrizaron en un planeta, donde toda la tierra era fría y los árboles parecían de galleta. Había un río color chocolate y las nubes parecían que se podían comer. ¿Donde estaban? Tania, que era muy curiosa se acercó al río y metió despacito un dedo dentro, entonces, se lo metió en la boca y al probarlo, rápidamente comenzó a comer más y más, el río no solo tenía color chocolate, si no que era de chocolate entero. Eva, al verla probó una ramita del árbol, que sabía a galleta y después probó un poco del suelo frío, que sabía a polo de limón. Las hermanas comieron de todo, cada cosa que probaban estaba más rica, incluso de un salto, llegaron a coger un trocito de nube de algodón de azucar. Entonces a Tania le empezó a doler mucho la tripa y a Eva también, se quejaban de su barriga continuamente y cuando estaban en el suelo sentadas se despertaron de nuevo en sus camitas calentitas y decidieron que si alguna vez volvían a ese planeta, no serían tan golosas y tendrían más cuidado