sábado, 27 de octubre de 2012

LA REINA DE LAS ARAÑAS. Los cuentos de Alex y Pablete

Alex y Pablete se han vuelto a pasar por aquí hoy, han venido y me han dicho "Ceci, ya se han acabado las vacaciones, ya no podemos ir a la playa, así que queremos volver a  contar cuentos" Dicho y hecho. Os dejo con ellos.

"Había una vez una araña pequeñita que iba paseando por el país de las telas de araña cuando vio a otra araña en el suelo agarrando una de sus patas.
-¿Te has hecho daño? - le preguntó la araña pequeña
-Un poco sí, me he roto la pata.
-Bueno, te quedan más
-Sí, es lo bueno que tenemos las arañas, si se nos rompe una pata nos duele, pero no nos caemos.
-¡Claro! ¿Quiere venir a mi casa y te ayudo a curarte?
-Bueno, vale.

La araña pequeñita ayudó a la araña grande a levantarse y caminaron despacito hasta llegar a casa de la arañita chica. Allí Pepita (que era como se llamaba la araña pequeña) ayudó a Juanita (la araña grande) a curarse, le vendó la pata rota,  preparó café y partió dos trozos grandes de tarta de moscas para merendar.
Pepita y Juanita estuvieron hablando y pronto Juanita se curó además su pata se hizo mucho más fuerte.
Juanita le dijo que se tenía que ir y le ofreció:

-No te lo he dicho, pero yo soy la REINA de las arañas, estaba dando un paseo y me había quitado la corona para que nadie me conociera. Eres una arañita buena ¿Quieres venirte conmigo al castillo?
-No gracias, me gusta mi casita, eres una buena reina.

La reina de las arañas se fue a casa, con la pata curada y más fuerte que nunca.

Pepita y Juanita se hicieron amigas y prometieron verse que vez en cuando, para merendar tarta de moscas.

"Y recuerda, Juanita, que siempre que se te rompa una pata yo estaré para ayudarte" le dijo la araña pequeña. "

Y se acabó, espero que ahora que han vuelto Alex y Pablete no nos dejen sin sus cuentos mucho tiempo, se han ido corriendo al parque para aprovechar el sol.

martes, 16 de octubre de 2012

CORAZÓN ALEGRE

Ya era hora de agradecerte todo lo que haces por mí cada mañana. Gracias por estar ahí cada día, a las ocho con tu "¡Buenos días Blanca flor!" Gracias por tus abrazos a la hora del recreo, por escucharme cuando necesito un par de orejas y por aconsejarme cuando se me meten tonterías en la cabeza. Gracias por cuidarme tanto, siempre. Gracias por haberte convertido en una de mis patitas de araña, uno de los pilares que hace que no me derrumbe. Gracias por todas las veces en las que te mojo el hombro con mis lágrimas, por días tan idiotas como el de hoy, por ejemplo. Gracias por ser para mí como un "papi postizo para las horas lectivas" gracias por alegrarme la vida con tu corazón. 

Eres tan enormemente grande que a tu lado las mejores personas se quedan pequeñas. Tienes un corazón tan inmenso que no entiendo como cabe dentro de ti. Nunca entenderé que te llamen "El Chiquitín" cuando eres el más grande de todo el instituto.  Señor de las barbas, señor corazón-Alegre. Gracias, muchísimas gracias, por todo lo que me aportas cada día, por todo lo que transmites, por todo lo que enseñas. 

Gracias, SIEMPRE GRACIAS.

lunes, 15 de octubre de 2012

la fuerza de mi vida.

Pienso cada día en vuestra sonrisa,
sois inspiración de cada historia
de mis cuentos
de mis mejores momentos.
Pienso cada día en vuestra mirada
que busca el mundo con ojos inquietos
que mira como si todo fuera nuevo
y se asombra tan fácilmente. 

Ay que ver, siendo tan pequeños
lo mucho que habéis cambiado mi vida
como necesito veros, abrazaros
Sois las A.L.A.s que me enseñan a volar
que me ayudan a aprender
que me enseñan a brillar.

Sois tan grandes, tan enormemente grandes
¿Cómo cabe tanto amor en menos de un metro?
¿Cómo habéis invadido mi corazón siendo tan pequeños?
Os necesito a ratos, para no sentirme sola
Os necesito siempre, para poder respirar.
Aire fresco cada día
sonrisa de los lunes
reyes de mi mundo
conquistadores de mi corazón. 

Dadme el valor con el que luchaba cada día
que me fallan las fuerzas
y nos solo vuestra sonrisa 
me otorga la energía eterna.


A mi cazador de dragones preferido, conquistador de mi mundo.
A la sirena del mar escondido en sus ojos, reina de mi sonrisa.
A la piratilla que ha invadido el mar de mi alma, mini-yo, maestra, ejemplo cada día.

El bosque de los dragones.

Ahora mismo viajaría al bosque de los dragones, allí donde se esconden mis mayores sueños, donde cada elemento existente representa un ser al que quiero. Bañarme en mi, riachuelo, volar junto a mis aves (que nunca tocan en suelo, porque como los sueños, siempre están en lo alto) escuchar esa melodía suave que suena a todas horas y llega de ninguna parte. Querría estar allí para oler mi planta de lavanda, que me tranquiliza meciéndome, abrazarme a mi planta de romero que con suaves palabras acabaría con esta soledad que siento dentro. Mi ardilla vigilante siempre estaría al acecho, para que nada malo me pasara y con una palabra mágica se acercaría a abrazarme, el arcoiris, siempre presente, desde el cielo me ayudaría a seguir adelante y mis animales intangibles, tan presentes y tan distantes... Pero sobretodo, abrazaría ahora mismo a mi estalactita, que está tan lejos y sin embargo tan cerca. Ahora mismo me iría a mi bosque de los dragones donde mi estalactita es cálida en el abrazo, estalactita que nunca se derrite, por mucho que brille el sol, porque es mágica, porque para ella todo es posible.  Ahora mismo me iría al bosque de los dragones, renunciaría incluso a mi inmortalidad, para no sentirme tan sola, para que mis pequeños dragones me hicieran sonreír, porque me pesa la melancolía del pasado, la soledad de quien tiene a tanta gente a su lado. La tristeza que viene a ratos sin motivos y que me hace sentirme mal por sentirme así cuando la vida me lo ha regalado todo y no tengo derecho a quejarme, ni de este sentimiento que me quema por dentro.

jueves, 11 de octubre de 2012

Se me queda grande, mi propia piel...

Sabía que iba a ser duro, pero no podía imaginar cuanto... Puede ser una tontería, pero me duele estar al otro lado, como si me hubieran quitado la piel y viera a alguien vivir con ella lo que antes yo vivía. Cuando me lo propuse, sabía que me costaría mucho, pero no que podría conmigo. ¿Lágrimas? Jamás pensé que llegaría a ese extremo ¿Como lucho contra ello? ¿Me encierro cada vez que choque contra mí? No puedo rehuirlo, tiene dentro de sí demasiadas cosas que adoro, demasiadas partes de mí. ¿Me rindo? Ahora no es el momento de volver hacia atrás. ¿O sí? ¿Podré volver sobre mis pasos y romper con aquello que un día dije? ¿Qué me hará más daño, volver sobre mis pasos, o resistir y llorar? Ayúdame, tu que me conoces, que me miras cada día, que me ves, que sabes como me siento. Desde ahí arriba, desde donde eres tan grande, ayúdame a no sentirme tan pequeña, porque siento que se me ha quedado grande mi propia piel y se me están clavando poco a poco cada una de las palabras que dije aquel día...