miércoles, 4 de marzo de 2015

La leyenda de Caperucita. Secuelas de perderse IV. (Los espejos)

Había días en los que el Lobo llevaba a Caperucita de excursión. Un día ambos partieron a un lugar recóndito que pocos seres conocían. Caperucita quedó extasiada ante la belleza de la cueva de los espejos. La cueva de los espejos era el refugio del Lobo... porque aquella cueva suya no era solo un lugar en el que pequeños cristales incrustados en el techo formaban el más maravilloso falso cielo jamás visto, esa cueva no era solo un lugar en el que crecían las estalactitas y se refugiaban las auroras boreales reflejadas en el manantial que nacía de su subsuelo, aquel lugar no era solo el paraje más maravilloso que Caperucita había visto jamás... La realidad no era comparable a su infinita belleza, pero esa belleza era a su vez incomparable con el secreto que escondía.

El Lobo, tras dejar que caperucita contemplase hasta saciarse la maravilla que mostraba la cueva, le indicó con un gesto que se acercase a la roca enorme en la que la Loba de pelo cobrizo en el que Caperucita se había convertido, se veía reflejada. Fue entonces cuando Caperucita vio la verdadera maravilla de esa cueva. Reflejada en esa roca, vio como un halo de color la rodeaba... son sentimientos, son tus propios sentimientos... le dijo el Lobo a la lobita asombrada. Caperucita vio como el Lobo también tenía un halo de color si miraba su reflejo en la roca. El halo que cubría al Lobo era inmenso, tan grande que toda la superficie de la roca era color. ¿Era el corazón del Lobo? Ella estaba segura de que el Lobo tenía un corazón enorme, lo había comprobado en muchas de sus acciones, pero... ¿Podía ese halo reflejarse? Los colores oscuros simbolizan dolor... ¿Tanto dolor? ¿Tanta alegría a su vez?  El Lobo corrigió sus dudas. Desde cachorro, absorbo  los sentimientos ajenos y este espejo, refleja no solo mis propios sentimientos, sino también los de todos aquellos seres que se han cruzado en mi camino. 

El tono rojo más cercano a mi lomo, es el amor recibido Caperucita. 

No hay comentarios: